Compartir el idioma no significa que tengan las mismas convicciones políticas. Mexicanos y cubanos, por ejemplo, toman esquinas opuestas
Un error de cálculo de la campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton pudo haber sido que todos los hispanos piensan iguales. Esto puede ser una respuesta al fenómeno de que Florida, un estado predominantemente hispano, haya favorecido en las elecciones de este martes al candidato republicano Donald Trump.
Lo que más se recuerda del discurso anti-inmigrante de Trump es la promesa de levantar un muro entre Estados Unidos y México, además de obligar a este último país a costear su construcción. La reacción de los mexicanos fue de repudio masivo hacia el repúblicano. Sin embargo, no necesariamente es la misma posición del resto de hispanos en Estados Unidos.
Los cubano-americanos de Florida, por ejemplo, casi siempre han favorecido a los republicanos porque estos impulsaron, históricamente, las medidas mas duras contra el régimen de Fidel Castro. Solo recordemos que Florida fue decisivo para que el republicano George W. Bush ganara al demócrata Al Gore en la elección del año 2000.
Ese error de cálculo demócrata tiene mucho que ver con la manera en que en Estados Unidos han visto siempre a los latinoamericanos, todos con cara de mexicanos. Una película de Bolivia producida por Hollywood tendrá un protagonistas que dice: “Órale mano” y otro que responde: “dime guey”. Para ellos desde el Río Grande hacia abajo la música típica es de mariachis.