El desmantelamiento de la política del presidente Barack Obama hacia La Habana solo serviría para empeorar al ala dura en Cuba, manifestó Ben Rhodes, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca
El gobierno saliente de Estados Unidos advirtió al presidente electo Donald Trump contra revertir el acercamiento hacia Cuba y asumir una postura confrontacional con la isla y su aliada Venezuela, afirmando que ello solo daría fuerzas al sentimiento antiestadounidense.
Ben Rhodes, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que el desmantelamiento de la política del presidente Barack Obama hacia La Habana solo serviría “para empoderar al ala dura en Cuba que quiere perpetuar” un modelo criticado por la falta de elecciones libres y represión a la disidencia.
Según Rhodes, “es el peor momento posible para tomar pasos que den a los radicales en Cuba el argumento de que no vale la pena abrirse hacia Estados Unidos o reformar la economía”.
La muerte el 25 de noviembre del líder Fidel Castro -quien era contrario al acercamiento con Washington- y el anuncio de su hermano Raúl de que dejará el poder en 2018 abren en el mediano plazo una nueva era: una nueva generación tomará las riendas de la isla por primera vez en medio siglo.
“Pero levantar el puente, y buscar exprimir y aislar al gobierno (cubano), y darles lecciones a distancia sobre la necesidad de los derechos humanos no ha funcionado”, señaló Rhodes durante una teleconferencia con periodistas.
“Nada sugiere que regresar a ese enfoque hará que las cosas mejoren”, añadió.
El arribo el 20 de enero de Trump a la Casa Blanca genera inquietud sobre el futuro de las relaciones entre Washington y La Habana.
Su decisión este martes de nombrar a Rex Tillerson, un empresario petrolero de lazos con Rusia para liderar la diplomacia, no da señales específicas de la dirección que tomará hacia Cuba.
Pero Trump amenazó con romper relaciones y revertir el acercamiento, si la isla no se aviene a un acuerdo más beneficioso para Estados Unidos.
Al respecto, Cuba reafirmó su voluntad de avanzar en las relaciones, pero “sin tener que hacer ningún tipo de concesión ni dejación a los principios en los cuales Cuba cree firmemente”, dijo la alta diplomática Josefina Vidal.
Tras anunciar hace dos años un acercamiento que rompió con 50 años de animosidad, Cuba y Estados restablecieron relaciones diplomáticas.
Regresaron a la isla los cruceros y los vuelos comerciales provenientes de Estados Unidos, la cadena Sheraton abrió su primer hotel y aun está vivo el recuerdo de la visita de Obama a La Habana en marzo.
Pero Trump, que llamó a Fidel un “dictador brutal” el día siguiente a su muerte, podría desandar el camino de Obama.