El director del Seguro Social presentó hoy su renuncia a la Junta Directiva de la entidad de salud, quienes -precisamente- discutían, durante una reunión, su salida de la institución.
Después de una reunión que sostenían los miembros de la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social (CSS), para definir el futuro de Estivenson Girón dentro de la institución, la Junta Directiva confirmó que el funcionario presentó su renuncia al cargo administrativo esta tarde. Su salida será efectiva luego del 31 de diciembre, según fuentes.
Las críticas contra la gestión de Girón eran el centro de la discusión de la junta directiva de la entidad de salud, que hoy se reunieron en el edificio administrativo de la CSS, en Clayton. Se dice que al menos unos ocho miembros del directorio pedían la remoción.
Girón ha defendido su administración diciendo, incluso, que “no ha sido el mejor director, pero tampoco el peor”, además de asegurar que se estaba trabajando fuertemente por solucionar problemas complejos en la institución estatal.
El subdirector de la CSS, Ruben Darío López, será el encargado de la institución, tras la salida de Girón.
La CSS maneja, aproximadamente, fondos por 5 mil millones anuales y enfrenta problemas graves, de los cuales los diferentes actores sociales del país, ya se han manifestado al respecto.
Esta tarde Girón se convirtió en el tercer director general de la CSS que “sale expulsado” del cargo, en el periodo post invasión. El primero fue Ricardo Martinelli, durante la administración de Ernesto Pérez Balladares (1994-1999) y el segundo, Juan Jované, en el gobierno de la presidenta Mireya Moscoso (1999-2004).
El mismo Jované se refirió, hoy, a la salida de Girón, señalando que no cree correcto la forma en que se ha dado la baja. “Lo que me parece extraño es que en las últimas declaraciones de Girón, él no se mostró presto a renunciar y hoy sí lo hizo. Me parece que fue presionado a hacerlo”, concluyó el también excandidato presidencial.
Al tiempo que se desarrollaba la reunión de la Junta Directiva de la CSS, miembros del Suntracs se encontraban apostados a las afuera de la institución, exigiendo la renuncia o destitución de Girón.