El expresidente estadounidense George H.W. Bush fue hospitalizado en Houston, Texas, anunció este miércoles su portavoz, que informó que su esposa Barbara también fue ingresada con tos
El exmandatario de 92 años, George H. W. Bush, que gobernó de 1989 a 1993 y que ha sufrido varios problemas de salud recientemente, “fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Houston Methodist Hospital por un problema respiratorio agudo relacionado con una neumonía”, indicó el portavoz, Jim McGrath, en un comunicado.
“Los médicos realizaron un procedimiento para proteger y liberar sus vías respiratorias, lo que ha requerido sedación. El presidente Bush está en estado estable y se recupera cómodamente en la unidad de cuidados intensivos, donde permanecerá para observación”, detalló el comunicado.
El portavoz dijo además que la esposa del expresidente republicano, Barbara Bush, de 91 años, fue igualmente hospitalizada el miércoles por la mañana “por precaución después de mostrar fatiga y tos”.
El mayor de los cuatro expresidentes estadounidenses vivos, George H.W. Bush usa silla de ruedas y se ha mostrado frágil de salud en recientes apariciones públicas.
El presidente Barack Obama, que estaba celebrando su conferencia de prensa final antes de que Donald Trump asuma como su sucesor el viernes, dijo que ha estado en contacto con la familia Bush y que él y la primera dama Michelle Obama les enviaban sus oraciones.
“No sólo han dedicado sus vidas al país, sino que han sido un apoyo constante y un buen consejo para Michelle y para mí”, dijo el líder demócrata a periodistas.
De su lado, el presidente electo Donald Trump aseguró en un tuit que sus pensamientos estaban con los Bush y que esperaba “una pronta mejoría” de ambos. “¡Gracias por vuestra maravillosa carta!”, añadió.
Bush es el patriarca de una de las dinastías políticas estadounidenses más prominentes y padre del expresidente George W. Bush (2001-2009) y del exgobernador de Florida Jeb Bush, quien fue aspirante en la pasada primaria presidencial republicana.
En julio de 2015, el expresidente fue atendido en un hospital de Maine después de caerse y sufrir una leve fractura. Unos meses antes fue internado en el Houston Methodist Hospital por problemas respiratorios.
En ese mismo hospital fue ingresado en noviembre de 2012 por una bronquitis y permaneció internado casi dos meses.