Miles de personas marchaban este domingo hacia el palacio presidencial de Santo Domingo, con el color verde como emblema, para exigir acciones judiciales por el escándalo de sobornos de la constructora brasileña Odebecht a funcionarios gubernamentales entre 2001 y 2014
“A la cárcel los corruptos” y “paremos la impunidad” eran las consignas reinantes en la caminata en la capital dominicana, que pedía la devolución al Estado del dinero que Odebrecht admitió haber pagado en sobornos para obtener contratos de obras públicas.
El gigante brasileño se comprometió a pagar $184 millones a República Dominicana, el doble de lo que admitió haber repartido para ganar licitaciones para construir infraestructura vial, hídrica y de generación eléctrica, informó el viernes la Procuraduría.
“Es muy importante que sean ubicados y presentados los implicados en sobornos, tanto los distribuidores como los beneficiarios, que se les someta a juicio”, reclamó también el dirigente empresarial Antonio Taveras Guzmán en un comunicado.
La céntrica intersección de las avenidas Máximo Gómez y 27 de Febrero constituyó el punto de encuentro de la marcha Fin de la impunidad, que terminará tras tres kilómetros en el Palacio Nacional, donde los concurrentes realizarán una “parada cívica”.
“El pueblo decidió, de manera organizada y tranquila, recuperar la dignidad ciudadana, el respeto a los derechos. El pueblo decidió el fin de la impunidad”, declaró a la prensa, entre la multitud, la educadora y activista feminista Mary Cantisano.
Los manifestantes decidieron teñir la marcha de verde con la idea de que no se impusieran los colores que identifican a partidos políticos.
Aunque el caso de Odebrecht fue el detonante para la convocatoria, los organizadores citaron también otros casos de supuesta corrupción que, o no han ido a la justicia, o se pierden en largos procesos en tribunales.