La manifestación en contra de los actos de corrupción inició en la iglesia del Carmen, en Vía España y se dirigió hasta los predios de la Procuraduría General de la Nación
Más de mil personas asistieron a la “gran marcha contra la impunidad”. Representantes de diferentes sectores de la sociedad coreaban las consignas y cargaban pancartas en repudio a los escándalos de corrupción que han sacudido al país en los últimos años, principalmente el que ocupa la opinión pública por estos días, el caso Odebrecht.
Aunque juntos, pero no revueltos, durante la marcha distintas expresiones de la sociedad civil denunciaban los malos manejos de los fondos públicos, por parte de las administraciones anteriores y por la inactividad del presente gobierno. Asimismo, exigieron a voz de cuello que el Ministerio Público (MP) haga justicia y revele, prontamente, los nombres de los implicados en el pago de coimas de la constructora brasileña en Panamá.
Políticos, universitarios, catedráticos y líderes gremiales asistieron a la jornada contra la impunidad, mientras que otro bando -afiliados y simpatizantes del partido Cambio Democrático (CD)- criticaba la protesta, a través de memes y mensajes en las redes sociales, por considerar que la misma estaba totalmente politizada y atendía a los intereses de un sector, que a su juicio solo busca perseguir a quienes fueron parte de la administración del presidente Ricardo Martinelli.
“Varela, piensa que panameños son pendejos. Desvía atención hacia empresarios opositores, para que no hablemos de sus contratos con Odebrecht”, escribió en su cuenta de Twitter Luis Eduardo Camarcho, vocero del CD.
También cuestionaban la participación en la marcha de políticos y exfuncionarios que fueron parte de la gestión de Martín Torrijos, también señalado en la trama de corrupción internacional.
Pero eso no fue todo, personajes no convencionales de la opinión pública también se tomaron las calles. En la misma manifestación, vestidos con disfraces pintorescos se burlaban -en protesta- de la clase política panameña y del sistema de justicia que rige al país.
Entre estos personajes resaltó “Supercorrupto”, quien con antifaz y capa hecha de las banderas de los partidos políticos vociferaba nombres de exmandatarios y emulaba sus actos de corrupción. Este mismo sujeto, en compañía de otro grupo de personas le reclamaban su presencia a muchos de los políticos presentes, como fue el caso de Alvin Weeden, quien fue abucheado en los predios de la Procuraduría General de la Nación, que a su vez estaba fuertemente custodiada para evitar cualquier exceso.
El gobierno del presidente Juan Carlos Varela, cerca de la hora de inicio de la marcha divulgó en sus redes sociales que le había pedido al ministro de Economía y Finanzas, Dulcidio De La Guardia, que dote al MP de los fondos que necesite para llevar adelante las investigaciones sobre estos “complejos casos”.Para muchos, una decisión que llega tarde y que responde más que a la voluntad política del Ejecutivo, a la montaña de críticas de la población.