El reconocido pintor y escultor colombiano Fernando Botero realizó este viernes un recorrido anual por su natal Medellín para pasar revista a las obras que tiene en el museo regional y en el espacio público de la ciudad
“Veo que hay un gran aprecio por estas esculturas, están muy bien tratadas, están en perfecto estado y la gente parece que las viera con mucho afecto. Para mí es una gran emoción”, dijo Fernando Botero a decenas de periodistas que documentaron su visita y uno que otro atónito turista.
El artista, que suele hacer este recorrido cada año en enero por sorpresa y en solitario, se reencontró con más de 200 de sus obras y estuvo acompañado -además de por la prensa- por el alcalde Federico Gutiérrez.
Ante las preguntas de los periodistas, Botero dio recomendaciones para que se muevan de lugar dos de sus esculturas e incluso bromeó cuando le preguntaron si no era una “falta de civilización” que le hubiesen robado los bigotes a su figura de un gato.
“También (pasa) en París, en todas partes, no es falta de civilización, sino es que a la gente le parece divertido hacerlo y no es con maldad, sino como una cosa simpática, como tener un recuerdo, no es ninguna maldad porque no le han hecho ningún daño a la escultura”, dijo Botero, quien cumplirá en abril próximo 85 años y vive principalmente en Europa.
Sobre los planes para este año dijo que está preparando una exposición grande en Roma y luego otras en Alemania y Francia.
Botero habló con los periodistas frente al Museo de Antioquia, donde culminó su recorrido y donde se halla la mayor muestra de su trabajo, con 189 obras, además de decenas de piezas de otros artistas donadas por él.
Es el más importante artista plástico de Colombia y es reconocido por las figuras de gran volumen que prevalecen en sus obras, como la escultura “Torso de mujer”, una de las que visitó este viernes y que es cariñosamente llamada “La gorda”.