El ligre, que fue bautizado como “Zar”, nació hace dos meses y medio de la unión entre la única tigresa del zoológico ruso, Princesa, y el león Caesar.
Un bebé ligre, un cruce excepcional entre un león y una tigresa, nació en un zoo itinerante en la región de Rostov del Don, en el sur de Rusia, anunció su director, Erik Airapetian.
Bautizado Zar, el ligre nació hace dos meses y medio de la unión entre la única tigresa de este pequeño parque zoológico, Princesa, y el león Caesar, precisó.
Sus padres “vivían desde hacía tiempo uno al lado del otro, se conocían bien. Y cuando llegó el periodo de celo para la tigresa, no tuvo otra solución”, según Airapetian.
Los ligres son animales extremadamente raros ya que la probabilidad de que nazcan en su entorno salvaje es casi nula, porque los tigres viven en Asia y el hábitat de los leones está en África, explica.
“Actualmente, solo hay unos 20 ligres en el mundo”, recuerda el responsable.
De pelaje beige, propio de los leones, y con el morro cubierto de rayas, como los tigres, el pequeño Zar se alimenta de la leche de una cabra del zoo.
Por ahora, su tamaño no supera al de un gato pero el ligre adulto es siempre mayor que sus padres, agrega Airapetian.
Pueden alcanzar los 400 kilos, mientras que el peso máximo de un tigre es de unos 300 kilos y el de un león, 250 kilos.
En Estados Unidos, el ligre Hércules, que pesa 418 kilos y mide 3,33 metros, es oficialmente el mayor felino del mundo, registrado en el Libro Guinness de los récords.