Los hallazgos de tres templos circulares, que datan del 2000 – 1500 a. c., podrían revelar información hasta ahora desconocida sobre la historia de antiguas civilizaciones en África
Un arqueólogo suizo afirma haber desenterrado en Sudán tres templos de forma cilíndrica, desconocidos en la región y con miles de años de antigüedad, un hallazgo que podría traer nuevas revelaciones sobre la historia de África.
Las estructuras, de formas circulares y ovales y que datan del 2000 – 1500 a. C., fueron descubiertas este invierno en el norte de Sudán, explicó Charles Bonnet, de 83 años.
Están situadas en Dogi Gel (“la colina roja”), a cerca de un kilómetro de Kerma, la capital del reino de Nubia donde Bonnet y su equipo llevan a cabo sus excavaciones desde hace décadas.
“En Kerma, la arquitectura es de forma cuadrada o rectangular (…). Aquí, tenemos estructuras redondas”, dijo, precisando que los tres templos se encuentran en un cuadrado de 50 metros de lado.
“Esta arquitectura es desconocida (…) no hay ejemplos en África central o en el valle del Nilo”, confesó Bonnet, que terminó la temporada de excavaciones.
“No conocemos muchos templos redondos en el mundo (…) para compararlos”, añadió el científico suizo, considerado como el decano de los arqueólogos en Sudán.
El hallazgo de estos tres templos podría dar paso a nuevas revelaciones sobre la historia de África, según él.
“Es completamente nuevo”, insistió Bonnet, agregando que las nuevas estructuras no se parecen a la arquitectura egipcia o nubia, las mayores influencias en la región.
“Tenemos que hallar las raíces (de esta arquitectura) (…) Es el secreto de África”, consideró.
A través de sus investigaciones, Charles Bonnet ha demostrado en estas últimas décadas la herencia propiamente africana, y no solo egipcia, del antiguo reino de Kerma (2500 – 1500 a. C.).
Entre otros hallazgos, el arqueólogo encontró siete estatuas en granito de “faraones negros”, soberanos sudaneses que reinaron en Egipto hacia el siglo VIII a. C.
La Nubia, que corresponde hoy en día a una parte del norte de Sudán y del sur de Egipto, era conocida entonces por sus materiales preciosos, como el oro, el marfil y el ébano.
Además del descubrimiento de los templos, Bonnet indicó que también encontró en Dogi Gel “enormes fortificaciones”, un indicio de que el lugar podría encerrar otros tesoros.
“Esto significa que esta parte del mundo estaba defendida por una coalición, probablemente por el rey de Kerma con gente procedente de Darfur (oeste) y del centro de Sudán” contra los egipcios, que querían controlar el comercio en África central.
Bonnet, un exviticultor cuyas excavaciones en Sudán empezaron hace más de medio siglo, espera que estos hallazgos permitan comprender mejor el pasado de África.
“Estamos descubriendo un nuevo mundo y es el mundo africano”, explicó.
“Esta país es enorme, es el corazón de África con múltiples influencias procedentes del mar Rojo, de Darfur y de Kordofán (sur)”, precisó.
“Aquí disponemos de una historia del mundo extraordinaria, tal vez dentro de unos años tengamos una sudanología como la egiptología”, auguró.