La manifestaciones se dan luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamara a los inmigrantes indocumentados mexicanos “criminales”, tras firmar el decreto para la construcción de un muro en la frontera de USA con México
En plena crisis diplomática con su vecino Estados Unidos, los mexicanos salen a las calles este domingo bajo el ala del movimiento “Vibra México” para protestar contra el presidente Donald Trump y su proyecto de muro fronterizo, una manifestación de corte nacionalista contestada por algunos sectores.
Decenas de organizaciones civiles, universidades y asociaciones empresariales convocaron a la movilización masiva en una veintena de ciudades a través de las redes sociales con afiches que dicen “Necesitamos que la libertad sea más que una estatua” o “Por la unidad y dignidad de México”.
“Es momento de que los ciudadanos sumemos esfuerzos y unamos voces para manifestar nuestro rechazo e indignación ante las pretensiones del presidente Trump, a la vez de contribuir a la búsqueda de soluciones concretas”, indica el movimiento Vibra México en su sitio web.
Trump, quien calificó a los inmigrantes indocumentados mexicanos de “criminales”, firmó recientemente algunos decretos que autorizan la construcción de un nuevo muro fronterizo -que asegura será pagado por México-, vetan la liberación de inmigrantes ilegales detenidos y eliminan recursos federales para las “ciudades santuario”, que dan abrigo a indocumentados.
“#VibraMexico nace de un profundo sentimiento de respeto y amor por México. Compartimos el rechazo y la indignación por las recientes medidas impuestas por el presidente Trump”, indica el movimiento en su portal, que anuncia marchas en la capital e importantes ciudades como Monterrey (noreste), Guadalajara (oeste) y Tijuana, fronteriza con Estados Unidos.
La insistencia de Trump sobre el muro a lo largo de los más de 3.000 km de frontera desató la peor crisis diplomática entre México y Estados Unidos en décadas.
El presidente Enrique Peña Nieto incluso canceló una visita de Estado a Washington prevista para el 31 de enero pasado, luego de que Trump le dijera que si no estaba dispuesto a pagar el muro, la reunión no tenía sentido.
Aunque ambos presidentes sostuvieron una llamada telefónica el 27 de enero y acordaron que sus equipos de trabajo siguieran reuniéndose para superar el impasse, se atizó en México un fervor patriótico con iniciativas en redes sociales para boicotear productos estadounidenses y enarbolar banderas mexicanas como fotos de perfil.
De su lado, Peña Nieto ha llamado a la “unidad nacional” y, según medios locales, defendió la marcha del domingo.
Algunos analistas han calificado este impulso nacionalista de “irracional” por parte de los ciudadanos y de “oportunismo político” por parte del gobierno.
Muchos critican que el ganador de este movimiento es Peña Nieto, porque logra cohesión en momentos en que sus niveles de aprobación están críticamente bajos, sobre todo a raíz de la catastrófica invitación que hizo a Trump para visitarle en México cuando aún era candidato.
“No le tememos al #Muro de @realDonaldTrump tememos que el pueblo inocente marche junto a sus propios verdugos”, dijo en Twitter el sacerdote católico Alejandro Solalinde, un ferviente defensor de los migrantes y quien dirige un albergue para indocumentados.
De su lado, muchos estudiantes y maestros de la pública Universidad Nacional Autónoma de México se deslindaron del apoyo que ofreció su rector a la marcha.
“Repudio total en la #UNAM a la farsa #VibraMexico”, decía uno de los comentarios.
Para mostrar su rechazo a la marcha, numerosos cibernautas comentaron bajo la etiqueta #VibroContraPeña o #NoesTrumpesPeña
En medio de la crisis diplomática, Trump volvió a la carga este sábado prometiendo reducir “considerablemente” el costo del muro, mientras algunos aseguran que podría costar hasta 40.000 millones de dólares.
Por otro lado, las autoridades estadounidenses detuvieron y expulsaron la semana pasada a varios cientos de personas sin papeles. Estas operaciones, presentadas como rutinarias, las primeras de la era Trump, despertaron pánico en las comunidades de inmigrantes.
Así, los consulados de México en Estados Unidos intensificaron su trabajo de protección a connacionales “previendo el endurecimiento de las medidas migratorias (…) así como posibles violaciones a preceptos constitucionales en operativos o faltas al debido proceso”, indicó el gobierno mexicano.
En el terreno económico, Trump amenazó con imponer aranceles a las importaciones mexicanas para costear la valla fronteriza, bloquear las remesas que envían los mexicanos y salirse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que Estados Unidos firmó con México y Canadá.
Estados Unidos, destino de más del 80% de las exportaciones mexicanas, es el primer socio comercial de México; y se estima que unos 11 millones de indocumentados viven en Estados Unidos, la mayoría mexicanos.