Alrededor de unas 200 mujeres, que han perdido hijos y familiares en el conflicto árabe-isarelí, se manifestaron en el sector de Beit Jala, en Belén, para hacer un llamado a la paz
Cientos de mujeres palestinas e israelíes, que perdieron a algún allegado en el conflicto que azota su región desde hace más de medio siglo, se reunieron este viernes en Cisjordania para protestar en contra de la violencia.
Unas 200 mujeres desfilaron en dirección a dos bases militares israelíes en el sector de Beit Jala, cerca de Belén, algunas portando pancartas.
La protesta fue organizada por la asociación The Parents Circle Families Forum, que afirma agrupar a más de 600 familias que han perdido a miembros en el conflicto palestino-israelí, de casi 70 años de antigüedad.
Robi Damelin, una israelí cuyo hijo fue abatido cerca de Ramala, en Cisjordania, encendió una vela en memoria de las numerosas víctimas del conflicto.
“Mi hijo era un oficial reservista en el ejército israelí y, antes de que lo llamaran, estaba al mando en la universidad de Tel Aviv”, confió. Un francotirador palestino lo mató en 2002 en Cisjordania.
“He escrito varias cartas al asesino de mi hijo diciéndole que quería conocerle. Me envió (un correo) en el que decía que quería verme, pero las autoridades se lo impidieron”, contó, instando al gobierno israelí a hacer las paces.
Algunas mujeres de la marcha fueron objeto de insultos por parte de colonos israelíes que pasaban por allí en coche.
Bushra Awad, una palestina de 45 años, perdió a su hijo de 17 años, Mahmud, en 2008.
“Me uní al Forum para no perder a otro hijo”, explicó.
Suha Abu Khdeir, cuyo hijo de 16 años fue raptado y quemado vivo por colonos israelíes vivo en julio de 2014, se dirigió a las otras mujeres: “No puedo dormir por la noche. Todos los días, lo que le ocurrió a mi hijo me consume”.
Las mujeres reunidas este viernes demolieron un pequeño muro levantado para la ocasión, como un símbolo de la barrera de separación que Israel ha construido en Cisjordania contra los ataques terroristas.