Se han generado opiniones encontradas entre empresarios de origen hispano, pues para algunos representa una oportunidad económica, mientras que otros lo ven como traición
En Estados Unidos, empresarios de origen latino ofrecen sus servicios para construir el muro anti inmigrantes prometido por el presidente Donald Trump en la frontera con México, pese a la controversia y en algunos casos la conciencia.
“Siendo yo un hispano lo hace más difícil”: Michael Luera, dueño de una empresa de recolección de datos geológicos de Texas, expresó su interés en trabajar en el proyecto, amargo epicentro del debate sobre la inmigración en Estados Unidos.
“Cuando esta polémica afecta a todos los mexicanos, esto me afecta porque yo conozco a muchos de ellos que no son mala gente y vienen aquí a trabajar duro”, dijo este empresario de ascendencia mexicana aunque él es estadounidense de tercera generación.
Para Luera, como para otros, la posibilidad de aprovechar una obra colosal como el proyecto del muro, con un costo de varios miles de millones de dólares, hace inclinar la balanza.
“Esencialmente, es una decisión empresarial”, dijo por su parte Mario Burgos, dueño de una empresa constructora en el estado de Nuevo México.
“Obviamente cuando uno ve una oportunidad al alcance de la mano, uno no puede ignorarla”, agregó.
“Veo al muro en la misma forma en que veo a buenos vecinos poniendo cercas”, apuntó, aunque añadió que “siempre” se siente “incómodo con todo lo que sea anti inmigrante”.