Las zonas de bajo oxígeno del océano, conocidas como zonas muertas, amenazan a cientos de arrecifes de coral en todo el mundo, frágiles ecosistemas que ya luchan con el cambio climático y la contaminación, anunciaron investigadores
Aunque las zonas muertas no suelen ser consideradas como los principales asesinos de los arrecifes de coral, pueden ser mucho más comunes de lo que se pensaba, de acuerdo con un estudio de la Academia Nacional de Ciencias, revisado por sus pares en una revista estadounidense.
“El calentamiento de los océanos y la acidificación son reconocidos como amenazas globales para los arrecifes y requieren soluciones a gran escala, mientras que las amenazas recién reconocidas a los arrecifes de coral causadas por las zonas muertas son más localizadas”, dijo el coautor Andrew Altieri, miembro del Instituto de Investigación Tropical Smithsonian.
“Afortunadamente, las zonas muertas se pueden reducir controlando las aguas residuales y los vertidos agrícolas en el océano”, agregó.
Los investigadores se interesaron por el impacto de las zonas muertas, después de ver una mortandad de arrecifes de coral en la costa caribeña de Panamá en 2010.
Los arrecifes de la Bahía del Almirante, en la provincia de Bocas del Toro, se volvieron blancos y murieron. Una espesa capa de baba bacteriana cubría los arrecifes, mientras que cangrejos muertos, erizos de mar y esponjas cubrían el fondo del océano.
En aguas más profundas, todos los corales murieron, pero había una clara línea por encima de la cual los arrecifes parecían sanos.
Los científicos midieron la calidad del agua y encontraron niveles extremadamente bajos de oxígeno en aguas más profundas, lo que señalaba una zona muerta.
Los altos niveles de oxígeno se midieron en aguas poco profundas donde los corales seguían sanos, según el informe.
Los investigadores también encontraron otros 20 casos en los que se creía que las zonas muertas desempeñaban un papel importante en la muerte masiva de coral en todo el mundo.