Los estudios revelan que las narices más estrechas permiten incrementar la humedad. Se necesitaron unos 476 voluntarios a los que se le midió la nariz
La forma y el tamaño de la nariz evolucionaron para adaptarse a los diferentes tipos de clima sobre la Tierra, según un estudio publicado en la revista científica estadounidense PLOS Genetics.
Estas conclusiones, según revelaron los autores, refuerzan las de los precedentes estudios según las cuales las personas cuyos ancestros vivían en un clima caliente y húmedo tenían tendencia a tener narinas más grandes que los descendientes de poblaciones de regiones frías y secas.
Según ellos, las narinas más estrechas permiten incrementar la humedad del aire al calentarlo, lo que es apreciable en las regiones más frías y secas.
El aire frío y seco no es bueno para las vías respiratorias, indicó Arslan Zaidi, del departamento de antropología de la Universidad Estatal de Pensilvania.
“No hay una forma de nariz universalmente mejor, la realidad es que nuestros ancestros se adaptaban a su ambiente”.
El equipo científico internacional usó imágenes en 3D para medir la forma de la nariz de 476 voluntarios cuyos ancestros vivieron en el sur y este asiático, en África occidental y en el norte de Europa.