“Es el mayor mural que he pintado nunca. Es un homenaje a toda la gente que trabaja con el cacao y su estrecha relación con la Amazonía”, dijo Eduardo Kobra
Si muchos artistas se pasan la vida anhelando ser vistos, el brasileño Eduardo Kobra hace tiempo que ya no tiene ese problema: está creando el “grafiti más grande del mundo”, con una superficie de casi 6.000 metros cuadrados.
Este prolífico grafitero de 41 años está construyendo su obra monumental en la fachada de una fábrica de chocolate situada al lado de una de las principales autopistas de Sao Paulo. Y, como ese enorme muro no era suficiente, decidió usar también las otras paredes del edificio.
El grafiti representa a un joven indígena de la Amazonía que rema en una piragua cargada de cacao, en medio de un río de chocolate.
El fresco se extiende por una superficie de 5.742 m2, con los que Kobra bate así el récord alcanzado con la obra que pintó en Rio de Janeiro con motivo de los Juegos Olímpicos de 2016, y que obtuvo el reconocimiento del libro Guinness.
“Incluso si la gente pasa por la autopista a 100 kilómetros por hora, podrá identificar el mensaje”, afirmó el artista en una entrevista con AFPTV.