En su tradicional “Urbi et Orbi” del Domingo de Pascua, el papa Francisco denunció un “vil ataque” e imploró la paz en Siria, país “martirizado” y víctima de una guerra “que no cesa de sembrar horror y muerte”
Al menos 68 niños figuran entre las 126 personas muertas en el atentado suicida contra autobuses que transportaban a habitantes evacuados de dos localidades leales al régimen sitiadas en Siria, según un nuevo balance brindado este domingo por una ONG.
“El balance no cesa de aumentar. Hay centenares de heridos”, indicó Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que precedentemente había dado un balance de 112 muertos. Por otra parte, precisó que 109 de los 126 muertos eran habitantes de Fua y Kafraya, las dos localidades prorrégimen evacuadas, en tanto que el resto se trata de rebeldes que custodiaban los autobuses y trabajadores humanitarios.
Desencadenado en marzo de 2011 por la sangrienta represión de las manifestaciones que pedían reformas, el conflicto ha dejado ya más de 320.000 muertos y millones de desplazados y refugiados, y se ha complicado con la entrada en escena de actores internacionales y grupos yihadistas.
El sábado, un kamikaze hizo estallar su camioneta bomba contra un convoy de autobuses que transportaban a miles de habitantes evacuados de Fua y Kafraya, localidades leales al régimen asediadas por los rebeldes en la provincia del Idlib (noroeste), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).