Un conejo gigante destinado a romper el récord mundial por su tamaño falleció en manos de la aerolínea estadounidense. Una segunda sacudida a la imagen de la empresa en menos de un mes
El conejo gigante falleció en la bodega de un Boeing 767 de la compañía UnitedAirlines durante un vuelo entre Londres y Chicago. Llamado Simon, el conejo de 10 meses de edad, medía 90 centímetros de largo. Hijo de Darius, el conejo más grande del mundo, con 1,32 metros, se esperaba que Simon batiera un nuevo récord, según Anette Edwards, que los crió.
Edwards aseguró que Simon estaba “en plena forma” y que había pasado un examen médico tres horas antes del vuelo. “Algo raro pasó, y quiero saber qué”, declaró al tabloide británico The Sun.
La criadora precisó que ya había enviado conejos “a todas partes del mundo” y que “nada así” había ocurrido nunca.
Además, indicó que “el cliente que compró a Simon es muy famoso. Y está furioso”.
Para United Airlines, este incidente se produce en un mal momento, solo unos días después de desatar una oleada de indignación por haber evacuado a la fuerza a un pasajero de un vuelo con sobrerreserva.
Las imágenes grabadas por otros pasajeros de esta evacuación forzosa dieron la vuelta al mundo por internet, por lo que el director general de la compañía, Óscar Muñoz, tuvo que disculparse públicamente.
La compañía estadounidense se declaró “entristecida” por la muerte de Simon.
“La seguridad y el bienestar de los animales que viajan en nuestras líneas es una cuestión de la mayor importancia para United Airlines y su equipo encargado de los animales domésticos”, anunció.
“Estamos en contacto con nuestros clientes, a quienes les hemos ofrecido asistencia. Analizamos este problema”, añadió.
Según las cifras del ministerio estadounidense de Transporte, en 2016 murieron 35 animales en vuelos efectuados por las 17 principales compañías aéreas del país.
Con 14 decesos a bordo de sus vuelos, United Airlines es la compañía con la cifra más alta. La aerolínea transportó a más de 97.000 animales ese año.