El resultado de la auditoría practicada por la Contraloría General de la República a cinco obras de infraestructura pública gestionada en la pasada administración de gobierno no produjo sorprendidos, pero sí trajo consigo sorpresas
La citada investigación de la Contraloría General de la República reveló que la empresa constructora que obtuvo el mayor porcentaje de sobreprecios no fue el gigante brasileño Norberto Odebrecht ―envuelto en una trama de sobornos internacionales que mantiene bajo arresto a ejecutivos de esa compañía― sino que la que ocupó el primer lugar en ese renglón fue la española FCC con un 48.8% de sobreprecio en las dos obras construidas: Corredor Vía Brasil I y II.
FCC tiene entre sus propietarios al mejicano Carlos Slim, quien, según la revista Forbes en su más reciente edición de 2017, es el sexto hombre más acaudalado del mundo.
De acuerdo con el reporte de la Contraloría, que hoy está en manos del Ministerio Público, ambas obras tuvieron un costo de $455,736,952, un 26.33% del monto total de las cinco obras auditadas que, según la Contraloría, fue de $1,739,953,906.
El tramo 1 del Corredor de Vía Brasil tuvo un costo de $239,462,000, pero según la auditoría el “precio razonable” para esa obra era de $168,854,652, un “sobreprecio” de $ 70,607,348 de acuerdo con el reporte de la entidad fiscalizadora.
Esa diferencia entre el precio final y el precio razonable, según la Contraloría, representa el 29.5% de “sobreprecio”.
La otra obra que estuvo bajo la responsabilidad de la española FCC fue el tramo II del Corredor de Vía Brasil que tuvo un precio final de $216,274,952. En su informe, la Contraloría adujo que el “precio razonable” de esa obra era $174,513,941, un 19.3% de “sobreprecio”.
Norberto Odebrecht, por su parte, tuvo la responsabilidad de la construcción de la Cinta Costera III a un costo de $782,146,976 y del proyecto identificado como Conservación del Patrimonio Histórico, que incluyó trabajos en el Casco Antiguo, situado en el corregimiento de San Felipe y en la comunidad de Panamá Viejo, en Parque Lefevre, donde se halla el sitio arqueológico de Panamá la Vieja. Esta última obra tuvo un precio final de $255,498,701.
El reporte de la Contraloría señala que el precio razonable por la construcción de la Cinta Costera III es de $782,146,976, y ubicó el denominado “sobreprecio” en $107,128,429 al determinar que el “precio razonable” de construcción de esa obra era $675,018,547 lo que representa un “sobreprecio” de 13.7%.
La Preservación del Patrimonio de la ciudad, otra de las obras desarrolladas por Odebrecht, tuvo un precio final de $255,498,701, y su “precio razonable”, según la Contraloría, debió ser de $ 204,001,961. La diferencia entre el precio final y el precio razonable fue de $51,496,740, un 20.2% de “sobreprecio”.
Al final, la Contraloría determinó que las dos obras desarrolladas por la constructora española FCC tuvieron un porcentaje de sobreprecio de 48.8%, mientras que los dos proyectos de la constructora Odebrecht estuvieron en 33% de sobreprecio.
La otra obra que fue auditada fue la ampliación de la Avenida Domingo Díaz que estuvo a cargo del consorcio conformado por la mejicana Ica y la costarricense Meco. Según la Contraloría en esa obra hubo un “sobreprecio” de 19.9%.
Culminada su tarea, en la que participaron miembros de la Cámara Panameña de la Construcción, de la Universidad Tecnológica de Panamá, de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa y especialistas independientes, la Contraloría estimó que el sobreprecio de las cinco obras auditadas fue de $318,381,530, un 18.4% del precio final que estuvo en $1,739,953,906.
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