Los médicos intentaron reanimarla en la mesa de operaciones, pero su vida ya no ha vuelto a ser la misma.
La argentina, Berenice Conte de 25 años hoy paga un precio muy caro por intentar mejorar su apariencia. Una operación de aumento de busto la mantiene postrada en una cama, al sufrir durante la intervención un accidente cerebrovascular isquémico.
Se trataba de un operación de estética más: un simple implante de silicona por expreso deseo de la paciente. Pero todo se complicó en el quirófano. Los médicos pudieron reanimarla en la mesa de operaciones, pero su vida ya no ha vuelto a ser la misma.
Antes de la fatídica operación, Berenice era una joven llena de vida. Estudiaba Relaciones Públicas, trabajaba como recepcionista en un bar, sabía hablar tres idiomas y había vivido tres meses en Brasil gracias a una beca otorgada por su universidad.
El médico que le realizó la operación es un famoso experto en cirugía estética. Berenice lo conoció gracias a que varias de sus amigas habían pasado por sus manos. El médico le realizó todas las pruebas pertinentes antes de la intervención y ninguna de ellas predijo lo que luego ocurrió.
El caso de Berenice se encuentra actualmente en los tribunales. Ahora será un juez el que dictamine si hubo algún tipo de irregularidad en la operación, por parte del médico o del anestesista. Mientras tanto, su familia tiene la esperanza de que algún medicamento o tratamiento les devuelva a su hija, tal y como la conocieron