Con ollas vacías que simbolizan la escasez de alimentos y denuncian el “hambre” en Venezuela, la oposición venezolana marcha este sábado hasta un sector humilde del oeste de Caracas
Las manifestaciones contra el presidente Nicolás Maduro, que iniciaron hace dos meses, exigen su salida del poder con elecciones generales, y lo culpan de la severa crisis económica que atraviesa el país.
Las protestas, que ya dejan 63 muertos y más de un millar de heridos, según la Fiscalía, suelen terminar en enfrentamientos entre manifestantes y los cuerpos de seguridad, que con gases lacrimógenos chorros de agua a presión y perdigones evitan que los opositores lleguen al centro de la ciudad.
Muchas veces son dispersados cuando intentan reunirse en el oeste, donde se localiza El Valle, adonde planea llegar la marcha de este sábado.
La oposición y el chavismo se responsabilizan mutuamente de la violencia, mientras que Maduro impulsa una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna, cuyos integrantes serán elegidos en julio y que, asegura, “es el único camino para la paz”.
La oposición rechaza esa propuesta y no participará en la elección por considerarla “fraudulenta”, pues -afirma- su sistema de elección permitiría que el gobierno logre más asambleístas incluso si obtiene menos votos.
Venezuela atraviesa una dura crisis económica desde que en 2014 cayeron los precios del petróleo -prácticamente su único producto de exportación- y que se caracteriza por una aguda escasez de alimentos y medicinas y una inflación que podría alcanzar 720% en 2017, según el FMI.
Es usual observar largas filas de personas en supermercados intentando comprar los alimentos básicos que subsidia el gobierno.