La orden de prohibir la entrada a los Estados Unidos a ciudadanos de seis países en su mayoría musulmanes tendrá vigencia condicionada durante tres meses. La Casa Blanca celebra
La Corte Suprema de Estados Unidos admitió este lunes reconsiderar el decreto que crea el veto migratorio del presidente, Donald Trump, proclamado en marzo y que impide la entrada a ese país a personas de seis naciones de mayoría musulmana.
“La revisión ha sido garantizada” determinó la máxima instancia judicial en una notificación, validando parcialmente los efectos de la orden ejecutiva y otorgando así a la Casa Blanca su mayor victoria en los tribunales desde que inició su presidencia en enero.
En su comunicado, la Corte dejó claro una excepción: el veto “no podrá ser aplicada contra extranjeros que manifiesten una relación creíble con una persona o entidad de Estados Unidos”. Por ello, la decisión implica que las autoridades no podrán negar la entrada a individuos que tengan familiares en territorio estadounidense o que hayan tramitado su ingreso en ese país para asumir un puesto de trabajo.
Así, el gobierno queda con libertad de aplicar las restricciones por 90 días a inmigrantes de Libia, Irán, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, así como un veto de 120 días a los refugiados, siempre que respete la excepción de la Corte.