Según un informe, al menos 547 niños del coro católico alemán de Ratisbona fueron víctimas de malos tratos, incluyendo violaciones, entre 1945 y 1990; el hermano del ex Papa dirigió el coro entre 1964 y 1994
Al menos 547 niños del famoso coro católico alemán de Ratisbona fueron víctimas de malos tratos, incluyendo violaciones, entre 1945 e inicios de la década de 1990, según un informe publicado este martes sobre uno de los peores escándalos de la Iglesia en Alemania.
Este escándalo también pone indirectamente en cuestión al hermano del ex papa Benedicto XVI y al cardenal Gerhard Ludwig Müller, el jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que acaba de ser apartado por el papa Francisco. Estos dos dignatarios religiosos son criticados por no haber hecho lo suficiente para arrojar luz sobre este drama.
De esos 547 niños y jóvenes adolescentes del coro Regensburger Domspatzen (los gorriones de la catedral de Ratisbona), unos 500 sufrieron maltrato físico y 67 fueron víctimas de agresiones sexuales, incluyendo violaciones, indicó Ulrich Weber, el abogado al que la Iglesia encargó arrojar luz sobre el caso.
El número total de víctimas podría ser mucho mayor, e incluso superar los 700 casos, consideró Weber en la presentación en Ratisbona (sur), del informe final sobre este escándalo que estalló en 2010. En enero de 2016, solo evocaba 231 víctimas en su informe intermedio
Los hechos se refieren a delitos y crímenes que van desde la privación de alimentación hasta la violación, pasando por golpes y agresiones sexuales. Algunas víctimas dijeron que habían sido violadas.
La mayoría de los casos prescribieron, por lo que los 49 presuntos autores de actos de violencia identificados en el informe no serían juzgados.
Se conocen pocos detalles sobre los presuntos autores. Según el informe, la mayoría de los que cometieron las violaciones enseñaban o eran docentes del establecimiento, que aparte del coro comprendía un jardín de infancia, un colegio y un instituto.
Según el informe, a la cabeza de “numerosos casos” estaría el director del jardín de infancia y su adjunto durante diferentes épocas.
Las víctimas describieron su paso por este coro milenario y mundialmente conocido como “una prisión, un infierno y un campo de concentración”, “el peor momento de su vida, marcado por el miedo, la violencia y la angustia”, declaró Weber.
Porque el papa Francisco dice que no hay que criticarlos, ya sus pecados le fueron perdonados.
Eso es el pecado mas grande del mundo hacerle daño a unos niños