El equipo jamaicano sostiene que la lesión del mejor atleta de todos los tiempos fue consecuencia directa de la mala organización del Mundial y del tiempo que les tuvieron esperando, en frío, antes de la prueba
La dramática forma en la que Usain Bolt se despidió del atletismo, lesionándose en la final del relevo 4×100 metros del Mundial de Londres-2017, tiene, según los compañeros de equipo del jamaicano, un culpable: la organización de la competición.
“Creo que nos tuvieron esperando mucho tiempo antes de la prueba. El camino hacia la pista también fue muy largo. Usaint estaba frío. De hecho me dijo ‘Yohan, esto es una locura. Cuarenta minutos y dos presentaciones de medallas antes de nuestra carrera'”, dijo Yohan Blake.
“Estuvimos calentando y esperando, calentando y esperando”, añadió Blake, que ganó junto a Bolt el oro en la prueba de relevos en 2012 y 2016.
“Tener así a un campeón, a una verdadera leyenda… La carrera empezó con 10 minutos de retraso y antes habíamos estado esperando 40 minutos”, lamentó el corredor jamaicano.
“Es descorazonador”, apuntó por su parte el también jamaicano Omar McLeod, campeón mundial de los 110 metros vallas.
“Fue ridículo, estuvimos esperando como 45 minutos. Creo que celebraron tres entregas de medallas antes de que nos tocara salir. Hicimos todo los posibles por mantenernos calientes y concentrados”, agregó.
Una postura refrendada por atletas de otros países, como el norteamericano Justin Gatlin, ganador del oro en la final de los 100 metros.
“Hacía un poco de frío y creo que de ahí viene el calambre que sufrió”, apuntó Gatlin.
En la final, a unos 40 metros de la meta, Bolt aminoró el ritmo, quejándose de su pierna izquierda. El jamaicano trató de terminar la carrera pero desistió, quedando boca abajo, desconsolado.
Pese a los discretos resultados cosechados en este Mundial (solo una medalla, de bronce, en la final de los 100 m), está previsto que la estrella jamaicana realice el domingo una vuelta de honor al estadio, durante la ceremonia de clausura.