La estrella del pop estadounidense Taylor Swift ganó el lunes el juicio por agresión sexual que interpuso a un DJ por agarrarle las nalgas durante una sesión de fotos previa a un concierto en junio de 2013
Un juez federal de Denver (Colorado, oeste) dio la razón a la cantante, quien reclamaba un dólar simbólico a David Mueller como reparación de daños.
“Doy las gracias al juez (William) Martínez y al jurado por su atenta consideración y a mis abogados por haber luchado por mí y a cualquiera que tenga la sensación de que no tiene voz ante las agresiones sexuales”, declaró la cantante en un comunicado enviado a la AFP.
Este proceso judicial ha sido “un calvario de cuatro años”, subrayó.
“Reconozco el privilegio que tengo en la vida, en la sociedad y en mi capacidad por asumir los enormes costes para defenderme en un proceso como este. Mi deseo es ayudar a las voces que deben ser escuchadas. Por eso, donaré dinero en un futuro cercano a varias organizaciones que ayudan a víctimas de agresiones sexuales a defenderse”, añadió.
El “calvario” judicial comenzó en septiembre de 2015, cuando el DJ demandó a Swift por haber provocado su despido dos días después del concierto, celebrado el 2 de junio de 2013 en el Pepsi Center de Denver.
Además, le reclamó 3 millones de dólares en concepto de indeminzación y pérdida de ingresos.
Tras el concierto, la cantante se había quejado a su entorno de la agresión sufrida, pero no presentó ninguna denuncia. Sus representantes decidieron informar a los jefes de Mueller, que lo despidieron dos días después de la radio en la que trabajaba.
Pero ante la demanda del DJ, Swift contraatacó y en octubre de 2015 le denunció por agresión sexual.
La cantante sumó una importante victoria el viernes pasado, cuando el juez del distrito William Martínez desestimó el caso de Muller al señalar que no dio pruebas que acreditaran su derecho a una indemnización por daños y perjuicios.