La Federal Trade Commission (FTC), encargada de la protección a los consumidores en Estados Unidos, anunció un acuerdo en la investigación de esos hechos, que no implica el pago de ninguna multa
La empresa estadounidense Uber llegó a un acuerdo amigable en el que se compromete a implementar nuevas medidas de protección de datos, en respuesta a denuncias según las cuales no cuidó suficientemente la información de sus clientes y conductores, anunciaron este martes las autoridades.
El servicio de vehículos con conductor ha enfrentado acusaciones por supuestamente permitir a sus empleados utilizar un software llamado “God View” (la vista de Dios), que permite monitorizar los desplazamientos, denunciado por su potencial de rastrear los movimientos de eventuales periodistas e investigadores que llevaran a cabo trabajos sobre la compañía.
También enfrentó una denuncia por presuntamente no haber evitado una filtración de datos de aproximadamente 100.000 de sus conductores.
La Federal Trade Commission (FTC), encargada de la protección a los consumidores en Estados Unidos, anunció un acuerdo en la investigación de esos hechos, que no implica el pago de ninguna multa.
“Uber faltó a sus obligaciones hacia los consumidores de dos formas: primero al no decir la verdad sobre la manera en que controlaba el acceso de sus empleados a información personal de sus usuarios y choferes; y segundo, al tratar de mostrar que tomaba medidas para proteger esa información”, dijo la jefa interina de la FTC, Maureen Ohlhausen, en un comunicado.
“Este caso muestra que, aunque seas una compañía que crece rápidamente, no puedes dejar de lado a los consumidores: debes honrar tus promesas de privacidad y seguridad”, añadió.
En el acuerdo amistoso Uber se compromete a implementar “un exhaustivo programa de privacidad” que incluirá auditorías externas, según la FTC. Si no cumple, podría entonces enfrentar sanciones económicas.
El gigante Uber, que ha crecido a un ritmo muy acelerado a pesar de las quejas sobre su falta de regulación en muchos países, también se ha visto afectado por una serie de revelaciones negativas sobre la forma en que se gestiona el servicio y se paga a los conductores, así como a la cultura de la compañía.
En medio de esas denuncias, renunció en junio pasado el jefe y fundador de la empresa, Travis Kalanick.