Seis días pasó Jeanne Costes varada en Caracas tras el cese de operaciones de Avianca, la más reciente de un grupo de aerolíneas que abandonaron Venezuela por los millones de dólares que les adeuda el Estado, la convulsión social y la inseguridad
Justo cuando esta joven francesa llegó de París para conectar con Bogotá, la empresa colombiana suspendió vuelos a Venezuela, donde operó durante seis décadas.
El cese estaba previsto para el 16 de agosto, pero Avianca lo adelantó al 27 de julio, según dijo para “preservar la seguridad” ante “limitaciones operativas” que no detalló.
Para Costes, empresaria turística de 26 años radicada en Perú, el calvario terminó el 1 de agosto cuando la embarcaron con otra compañía vía Panamá. Tuvo suerte, pues algunas de las 60 personas que la acompañaban recién salieron el 4 de agosto.
Cuenta que pasó esos días encerrada en el hotel, desde donde escuchaba detonaciones durante enfrentamientos entre militares y manifestantes opositores, en el marco de protestas contra el gobierno que dejaron unos 125 muertos desde abril.
“Queremos hacer un juicio contra Air France (cubrió el trayecto París-Caracas) y Avianca, que sabían muy bien lo que iba a pasar una vez estuviéramos ahí”, señaló Costes a la AFP.