El movimiento chiita libanés Hezbolá acusó este sábado a la coalición internacional que combate al grupo Estado Islámico (EI) de bloquear en el desierto sirio a un convoy de yihadistas evacuados desde la frontera con Líbano
El lunes, en virtud de un acuerdo negociado por Hezbolá, aliado del régimen de Bashar al Asad, centenares de yihadistas y sus familias abandonaron la frontera líbano-siria con destino a Deir Ezzor, única provincia siria que continúa en manos del EI, en el este del país.
El miércoles, la coalición internacional liderada por Washington llevó a cabo varios bombardeos para impedir que ese convoy llegara a la ciudad de Bukamal, controlada por el EI y situada en la frontera entre Siria e Irak.
Hezbolá acusó este sábado a las fuerzas de la coalición de “entorpecer el avance” de la mayoría de los 17 autocares que transportan a los yihadistas y sus familias, y de “rodearlos en medio del desierto” sirio.
Los aviones de la coalición “impiden también que cualquier persona se una a ellos, aunque sea para darles ayuda humanitaria a las familias, a los enfermos, los heridos y los ancianos”, afirmó el movimiento libanés en un comunicado.
La coalición rechazó, por su parte, cualquier traslado de yihadistas hacia la frontera con Irak, donde las fuerzas locales acaban de arrebatar la ciudad de Tal Afar a los combatientes del EI.
Según un comunicado publicado durante la noche, “la coalición no atacó el convoy”, pero sí golpeó “a vehículos (…) que intentaban facilitar el movimiento de combatientes del EI” hacia la frontera con Irak.
La coalición dijo haber enviado al régimen de Damasco, a través de Rusia, un mensaje en el que señaló que “no toleraría ningún traslado de combatientes del EI hacia el este, en dirección a la frontera iraquí”.