El 12 de septiembre de 2016, Cakiroglu, un agente de seguridad, de 35 años en el momento de los hechos, dio una patada en el rostro a Aysegul Terzi, una enfermera de 23, en un autobús de Estambul, porque vestía pantalones cortos.
Un tribunal de Estambul condenó este jueves a casi cuatro años de cárcel a un hombre que había agredido a una enfermera en un autobús porque llevaba pantalones cortos, un caso que desató indignación en Turquía.
Abdulá Cakiroglu fue declarado culpable de “ofensa al ejercicio de la libertad de creencia, pensamiento y opinión”, de “golpes y heridas voluntarias” y de “injuria”, y condenado a tres años y 10 meses de cárcel, informó la agencia progubernamental Anadolu.
La fiscalía había pedido nueve años y cuatro meses de prisión, según el diario Hürriyet.
Tras la agresión, el individuo, que reconoció los hechos, intentó justificar su gesto, un “reflejo involuntario”, afirmando que la víctima estaba sentada de una “manera obscena”.
Este incidente suscitó una gran conmoción en Turquía, y una agresión similar en junio desató una serie de manifestaciones cuyo lema era “¡No toques mi short!”
Los defensores de los derechos de las mujeres acusan al gobierno islamo-conservador turco de crear un contexto propicio para un sentimiento de impunidad, aunque los dirigentes turcos suelen condenar este tipo de agresiones.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, fue duramente criticado cuando, el año pasado, dijo que las mujeres estaban “incompletas” sin hijos.