La costa del sureste mexicano sufre los estragos y se mantienen en estado de emergencia tras el terremoto de magnitud 8.2 cuya cifra de víctimas mortales subió a 96 y ha afectado a 2.5 millones de habitantes de Chiapas y Oaxaca, de acuerdo con los últimos informes de las autoridades
Los fallecidos por el terremoto de 8,2 grados que la medianoche del jueves sacudió a México, el mayor en un siglo, son 96 tras reportarse este lunes nuevos decesos en el sureño estado de Oaxaca, dijo a la AFP la presidencia.
Eduardo Sánchez, vocero de la presidencia de México, confirmó la cifra, luego de que el gobernador de Oaxaca reportara a la televisión local de más víctimas en su estado.
Confirmó además que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, viajará este lunes a la zona afectada para supervisar la entrega de ayuda, que incluye miles de paquetes de alimentos, víveres, leche, cobertores y despensa, aunque sin precisar a qué localidad.
Sánchez dijo previamente a la cadena Televisa que los ministerios de Defensa y Marina han organizado un puente aéreo hacia Oaxaca y su vecino Chiapas, los estados más golpeados por el sismo, así como el traslado de maquinaria pesada para ayudar a la remoción de escombros.
Reconoció que la distribución de alimento y abrigo está resultando complicada pues ambos se ubican en zonas montañosas de difícil acceso.
“Ha sido (…) muy complicado llegar a todos los lugares dada esta dispersión geográfica”, dijo el funcionario.
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, dijo por su parte que al menos 12.000 viviendas sufrieron daños en su estado, al tiempo que invocó a los afectados a acudir a los albergues en busca de comida y abrigo ya que es imposible repartirlos casa por casa.
El sismo ocurrió a las 23H49 locales del jueves (04H49 GMT del viernes) cerca de la localidad de Tonalá (Chiapas), en el Pacífico, a unos 100 kilómetros de la costa.
Ciudad de México, devastada el 19 de septiembre de 1985 por un sismo de 8,1 grados que dejó más de 10.000 muertos, se estremeció por el terremoto, pero salió ilesa debido a la lejanía del epicentro.