El programa de eliminación, financiado por Washington, contempla la destrucción de ocho municiones químicas identificadas en 2002 por la propia Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ)
Estados Unidos comenzó a eliminar proyectiles de gas mostaza, fosgeno y otros agentes nerviosos que dejó en Panamá cuando entregó el Canal interoceánico hace casi dos décadas, en un proyecto avalado por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
“A mediados de septiembre dio inicio la operación de destrucción de municiones químicas ubicadas en Isla San José”, informó a la AFP la directora general de Asuntos Jurídicos de la cancillería panameña, Farah Urrutia.
La operación la desarrolla un grupo de especialistas de Estados Unidos junto a personal de la Unidad Técnica de Explosivos de la Policía Nacional de Panamá, añadió la funcionaria.
El Ejército estadounidense habría realizado en esa isla, de 44 kilómetros cuadrados, pruebas con gas mostaza, fosgeno (gas de cloro) y otros agentes nerviosos para su posible uso durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y la guerra de Vietnam (1964-1975).
El grupo de inspectores de la OPAQ entregó a las autoridades panameñas un informe preliminar “donde se indica que se han destruido y verificado exitosamente cuatro de las ocho municiones identificadas”, dijo Urrutia.
Asimismo, ese informe señala que “no se ha registrado ningún daño a la salud ni a la seguridad humana, ni ningún daño permanente al medio ambiente” por la eliminación del armamento, añadió.
La isla San José, situada en el Golfo de Panamá, en el Océano Pacífico, fue escenario de pruebas y experimentos militares por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá tras la segunda guerra Mundial.
– “¿Por qué ahora?” –
Hasta la fecha ni el gobierno panameño ni Washington han dado detalles de la destrucción de los proyectiles alegando motivos de seguridad.
Juan Méndez, exfuncionario de la cancillería panameña (1999-2003) vinculado a la visita de la OPAQ a Panamá en 2002, manifestó a la AFP que estuvo recientemente en San José, donde vio un amplio contingente militar estadounidense.
“Que yo sepa había 90 unidades de expertos en explosivos sin detonar, seis helicópteros y un barco de abastecimiento grande. Era un equipo enorme, una barbaridad”, dijo Méndez.
La eliminación de ese armamento químico ha sido objeto de discusiones constantes entre los dos países, que ya habían acordado la limpieza para 2013 y 2014, pero no se ejecutó.
Por aquel entonces, el gobierno panameño anunció la eliminación de bombas de entre 453 y 907 kilogramos.
“La limpieza estaba retrasada por razones presupuestarias desde 1999, según Estados Unidos”, afirmó a la AFP Julio Yao, catedrático en Derecho Internacional.
Según analistas panameños, Estados Unidos siempre había sido reacio a cumplir con la limpieza de las bases militares, pero el hecho de exigir a otros países la eliminación de su arsenal químico, una nueva realidad internacional y sus buenas relaciones con Panamá habrían precipitado su decisión.
“No sé cuál es la razón específica por la cual Estados Unidos ha accedido a limpiar precisamente en estos momentos”, dijo a la AFP Carlos Guevara Mann, director de la Maestría en Relaciones Internacionales de la sede panameña de la Florida State University.
“Lo que sí puedo decir es que de acuerdo con el Derecho Internacional, tiene la obligación de destruir todas las armas químicas que haya abandonado”, añadió.
– ¿Cuántas armas quedan? –
Estados Unidos mantuvo bases militares y una zona de jurisdicción propia en Panamá desde que construyó e inauguró el Canal en 1914 hasta su retirada el 31 de diciembre de 1999.
Sin embargo, es un misterio el número de armas dejadas en el país.
“Además de las armas químicas hay enormes cantidades de armas convencionales que no han sido eliminadas”, dijo Yao.
“Sí creo que podría haber más armas químicas en el país”, sostuvo Guevara Mann.
“El problema es que van a eliminar ocho bombas sin haber hecho un estudio exhaustivo de toda la isla para ver si hay artefactos que queden ahí y eso a mi me parece irresponsable por todas las partes”, dijo Méndez.