Los feligreses provenientes de varias partes del país, continúan su peregrinaje a la Iglesia de San Felipe, en Portobelo, provincia de Colón para mostrar su devoción a la imagen que cada 21 de octubre recibe miles de fieles
Hombres, mujeres y niños que han llegado a iglesia expresan un propósito en común, estar frente a la imagen del, Nazareno para entregar sus ofrendas, hacer alguna petición o pagar mandas por los favores concedidos.
Algunos devotos pagan sus promesas al santo con martirios corporales en los límites de dolorosas torturas, unas veces con constantes azotes, otras caminando largos trechos de rodillas o arrastrando pesos, sin lamentarse por magulladuras y sangramientos. También suelen vestir de color purpura característico de este imagen.
Se pudo conocer que se trasladaron a la provincia de Colón, 861 agentes de seguridad entre los que están: la Policía Nacional, la Fuerza de Tarea Águila, Servicio Nacional Aeronaval y de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre, como parte del operativo de seguridad Cristo Negro de Portobelo. Ademas se suman estamentos de emergencias como la Cruz Roja Panameña, Servicio Nacional de Migración, Sistema Nacional de Protección Civil, 911, Dirección de Investigación Judicial y el Cuerpo de Bomberos.
Cuentan que el Cristo Negro de Portobelo llegó de manera fortuita a esta añeja villa del Caribe panameño, allá por 1658, aunque algunos fijan el 21 de octubre su arribo.