Con más de 40.000 espectadores enloquecidos, inmensas pantallas gigantes y los candidatos pegados a su ordenador para conseguir un premio de casi 1,5 millones de euros, se abrió la final de deporte electrónico (“eSport”) en China, que se perfila como líder mundial en el sector
La última manga del Campeonatos mundial de League of Legends, uno de los videojuegos más populares del planeta, se disputó este sábado en el “Nido del pájaro” de Pekín, el emblemático estadio de los Juegos Olímpicos 2008.
“¡El ambiente es genial! Es mejor que en casa, ¿no?”, vocea Yu Yating, de 23 años, con su disfraz cosplay: peluca de largo pelo verde, lentillas de serpiente, un vestido blanco corto y cetro dorado.
“Juego a League of Legends desde 2013 porque me encantan las batallas de monstruos, eso me relaja”, explica la joven, responsable de clientes en su empresa. Tras ellas, los gritos recorren las gradas cuando aparecen los concursantes.
El “eSport” reúne a equipos de jugadores profesionales de videojuegos en línea, que se disputan sumas de dinero ante los espectadores, en salas o incluso estadios.
League of Legends, propiedad del gigante chino de internet Tencent, es un juego de estrategia multijugador, que se desarrolla en un universo de fantasía heroica.
“¡Oh, increíble!”, lanza Qian Feng, de 19 años, después de que un jugador haya acabado con un dragón virtual en una partida, que él sigue por tres pantallas gigantes que prácticamente llegan al techo del estadio.