Honduras estaba este miércoles a la espera de un nuevo escrutinio de la votación del 26 de noviembre, exigido por la oposición izquierdista ante sospechas de fraude por la reelección del presidente Juan Orlando Hernández y varios días de violentas protestas
“Estamos abiertos a que se coteje, que se revise, una, dos, tres, las (veces) que sea, no tenemos ningún problema”, señaló Hernández, del Partido Nacional (PN, derecha).
Con el 100% de las actas escrutadas, el mandatario, de 49 años, aparece al frente con 42,98% de los votos mientras que el candidato opositor, el presentador de televisión Salvador Nasralla, de 64 años, obtenía 41,38%, de acuerdo al último reporte del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
La crisis política se agudizó luego de que un grupo de policías se negara a hacer cumplir el estado de sitio y el toque de queda nocturno decretado por el gobierno para controlar las protestas, pero lograron un acuerdo con el gobierno de salir a patrullar sin volver a reprimir a los manifestantes.
El expresidente derrocado Manuel Zelaya, coordinador de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, exigió “un cotejamiento total entre cuadernillo, acta y votos”, declaró a la AFP. De lo contrario, planteó que “la ley contempla la nulidad (de las elecciones) cuando se presenta una demanda”.
El secretario del TSE, Alejandro Martínez, dijo a periodistas que “se pidió (a la alianza) que presentara por escrito (la solicitud del escrutinio) pero no habían llegado” este miércoles.
La institución de análisis Eurasia pronosticó que el recuento prolongará la incertidumbre, aunque no más de una semana. “Un recuento posiblemente le dé a Hernández un nuevo mandato, aunque potencialmente con un margen de victoria menor”, expuso.