Venezuela tildó de “ridículas” las denuncias de Estados Unidos de que el presidente Nicolás Maduro pretende consolidar una “dictadura” con su amenaza de excluir a partidos opositores de las presidenciales de 2018
“Las ridículas declaraciones de la vocera del Departamento de Estado sobre las elecciones municipales denotan la impotencia y desesperación del gobierno supremacista de Donald Trump ante las sucesivas victorias de la democracia”, escribió en Twitter el canciller Jorge Arreaza.
Maduro, tras arrasar en las municipales del domingo al ganar 308 de 335 alcaldías, anunció que los partidos que se marginaron de la votación quedarán excluidos de las presidenciales, en las que planea buscar la reelección.
La vocera del Departamento de Estados, Heather Nauert, considera que se trata de “otra medida extrema para cerrar el espacio democrático en Venezuela y consolidar el poder en su dictadura autoritaria”.
“Apoyamos al pueblo venezolano en sus esfuerzos por restaurar su democracia”, añadió en Twitter.
Entre las agrupaciones que se marginaron de las municipales están las de los líderes Henrique Capriles, Leopoldo López -en arresto domiciliario- y Henry Ramos Allup, las tres principales fuerzas opositoras en el país.
“Partido que no haya participado hoy y haya llamado al boicot de las elecciones no puede participar más. Ese es el criterio que la Asamblea Nacional Constituyente ha esgrimido (…) y yo los apoyo”, dijo Maduro.
El gobierno de Donald Trump señala a Maduro de instaurar una “dictadura” en Venezuela, apoyado por la Constituyente -integrada solo por chavistas- que rige con poderes absolutos desde agosto y cuya elección Washington y otros gobiernos consideran fraudulenta.
Estados Unidos, que ha sancionado a Maduro y varios de sus funcionarios, prohibió en agosto pasado a los ciudadanos de ese país negociar nueva deuda emitida por el gobierno venezolano y la petrolera estatal PDVSA.