Estados Unidos vetó este lunes un proyecto de resolución de la ONU que rechazaba la decisión unilateral de Donald Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel, cuya aprobación por sus 14 socios del Consejo de Seguridad representa un desaire para Washington
El voto de 14 de los 15 miembros del Consejo, entre ellos Rusia, China, Francia y Reino Unido -los dos principales aliados europeos de Estados Unidos-, fue vivamente denunciado por la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley.
“Ningún país dirá a Estados Unidos donde podemos poner nuestra embajada”, dijo Haley tras vetar la resolución, la que calificó de “insulto”.
“Lo que hemos presenciado hoy aquí en el Consejo de Seguridad es un insulto. No lo olvidaremos”, dijo la embajadora, al describir la medida que contó con la anuencia del resto de los miembros del cuerpo como “un ejemplo más de que Naciones Unidas hace más mal que bien en el tratamiento del conflicto israelo-palestino”.
Aliados clave de Estados Unidos que integran el Consejo de Seguridad, como Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Ucrania, votaron a favor de la medida al considerar que cualquier decisión sobre el estatuto de Jerusalén “no tiene fuerza legal, es nula y carente de validez y debe ser revocada”.
Egipto presentó el texto que señala que el estatuto de la ciudad “tiene que resolverse por la negociación” entre Israel y los palestinos, en tanto pone de relieve las “preocupaciones profundas sobre las recientes decisiones sobre Jerusalén”, sin mencionar explícitamente la decisión de Trump.