Costa Rica escogerá a su próximo presidente en un balotaje el 1 de abril entre el diputado y predicador evangélico de derecha Fabricio Alvarado y el exministro oficialista de centro izquierda Carlos Alvarado, tras las elecciones generales celebradas el domingo
Los dos candidatos que disputarán la presidencia en segunda ronda, además de compartir el apellido, son jóvenes y periodistas de profesión con inclinaciones por la música. Pero sus semejanzas se acaban allí.
Con 93,19% de los votos computados, el diputado evangélico alcanzó 24,9% de los sufragios, frente a 21,7% del exministro oficialista.
Fabricio Alvarado, 43 años, es un diputado y predicador evangélico postulado por el pequeño partido Restauración Nacional, una fuerza nacida entre las iglesias pentecostales que han proliferado en el país.
Carlos Alvarado, un exministro de Trabajo de 38 años, aglutinó a las fuerzas progresistas del país con un mensaje de continuidad del gobierno actual del centrista Partido Acción Ciudadana (PAC).
Hasta diciembre, el diputado evangélico no pasaba de 3% en las encuestas de opinión, pero en la recta final se proyectó como favorito después de que enarboló la oposición a una opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que el 9 de enero se pronunció a favor del matrimonio homosexual.
“Sin lugar a dudas la religión impulsó a Fabricio Alvarado, y eso se acentuó con vehemencia a partir de la resolución de la corte (interamericana)”, dijo a AFP el analista político independiente Jorge Vega.
“Hoy los costarricenses salimos a votar y el mensaje es claro: Costa Rica ya no desea más de lo mismo, ya no desea las campañas políticas de siempre. Por eso me sumo a un movimiento de unidad, valores, de innovación y verdadero progreso”, declaró Fabricio Alvarado en un discurso de victoria.
Congregado con seguidores en un hotel de la capital, el diputado evangélico repitió su lema de campaña de defensa de la familia y la promoción de “valores y principios”.
Carlos Alvarado, por su parte, invocó la unidad nacional al enumerar desafíos en los campos de la educación, la economía, seguridad ciudadana y el cambio climático.
“El próximo gobierno debe ser de unidad nacional, un gobierno que lleve al diálogo, que respete las diferencias, que sepa transformar este país”, expresó el exministro Alvarado ante una multitud que coreaba “sí se puede” en la sede del PAC.