Canadá, el segundo mayor productor mundial de uranio, apuesta a la energía nuclear para reducir su huella de carbono y quiere alentar a la comunidad internacional a incorporar esta tecnología en la lucha contra el cambio climático, informó el jueves la televisión pública
Se trata de un cambio radical por parte del gobierno de Justin Trudeau, cuyo “Marco Pancanadiense para el Crecimiento Limpio y el Cambio Climático”, presentado en diciembre de 2017, nunca menciona a la energía nuclear.
Canadá se ha aliado a Estados Unidos y Japón para incluir esta forma de energía en las discusiones internacionales sobre la transición energética, particularmente en la Conferencia Ministerial de Energía Limpia (CEM) que reúne a gobiernos y el sector privado.
La novena edición de ese foro se celebrará en mayo en Dinamarca bajo el patrocinio de la Comisión Europea y en 2019 en Canadá.
El gobierno de Trudeau quiere aprovechar esta oportunidad para “poner la energía nuclear en el centro de los esfuerzos globales para luchar contra el cambio climático”, aseguró Kim Rudd, secretaria parlamentaria de Recursos Naturales, durante un discurso a puerta cerrada ante la Asociación Nuclear Canadiense a fines de febrero, del cual la cadena Radio Canada obtuvo una copia.
“El CEM se reunirá nuevamente en Copenhague en mayo y nos hemos asegurado de que la energía nuclear tenga su lugar en una discusión amplia y de alto nivel sobre una transición global hacia una economía baja en carbono”, dijo Rudd al lobby de la industria nuclear.
La energía nuclear no emite gases de efecto invernadero como los combustibles fósiles que causan el cambio climático, pero se trata de una fuente energética controvertida, particularmente debido a sus desechos tóxicos y contaminantes, que son difíciles de tratar.