Maduro, de 55 años, recibió de Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral, las credenciales como ganador de los comicios del pasado domingo, desconocidos por la oposición y parte de la comunidad internacional
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue proclamado este martes oficialmente reelecto para gobernar hasta 2025, en medio de un fuerte rechazo internacional, con un país en ruina y cada vez más aislado.
Maduro, de 55 años, recibió de Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), las credenciales como ganador de los comicios del pasado domingo, desconocidos por la oposición y parte de la comunidad internacional.
Su reelección, boicoteada por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), provocó ya una primera descarga de sanciones económicas de Estados Unidos y una lluvia de críticas de gobiernos de América y Europa, que los desconocieron por considerarlos fraudulentos.
“Nunca habíamos presenciado un ataque internacional tan inclemente como el que caracterizó este proceso”, aseguró Lucena, de línea oficialista, en el acto ante la cúpula militar, el gabinete y los miembros oficialista Asamblea Constituyente.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el lunes un decreto que prohíbe a ciudadanos de su país comprar obligaciones de deuda venezolana, incluida de la estatal PDVSA, para complicarle la llegada de recursos a Maduro, en momentos de grave iliquidez.
Analistas auguran un agravamiento de la debacle socioeconómica que sufre el país con las mayores reservas petroleras del mundo, con escasez de comida y medicinas, hiperinflación, una caída brutal de la producción de crudo y éxodo de cientos de miles.
Maduro atribuye el colapso a una “guerra económica de la derecha” aliada con Washington, y promete una “revolución económica” para traer la prosperidad durante su segundo mandato, que arrancará en enero de 2019.
“Lo que vienen es mayor aislamiento diplomático y comercial y más dificultades para acceder a crédito y financiamiento”, auguró a la AFP el analista Diego Moya-Ocampos, del IHS Markit, con sede en Londres.
– A lo “Ku Klux Klan” –
Con una abstención electoral récord de 54%, Maduro fue reelegido con 68% de votos contra 21% del exchavista Henri Falcón, quien participó separándose de la línea de la MUD y acusó al gobierno de “compra de votos” y “chantaje” con los programas sociales.
Francia aseguró este martes que las votaciones “no pueden ser consideradas como representativas”. El Grupo de Lima (Canadá y 13 países latinoamericanos) llamó a consultas a sus embajadores en Caracas y acordó actuar para bloquear fondos internacionales a Venezuela.
Lucena defendió la pureza del proceso y aseguró que las acusaciones se lanzaron sin pruebas. “Se ofrece en bandeja la posibilidad para que los enemigos de Venezuelaataquen nuestra soberanía”.
Este martes, el gobierno venezolano se dijo víctima de un “linchamiento político y financiero” inspirado en los postulados racistas del Ku Klux Klan, luego de que Estados Unidos endureciera sus sanciones.
Estados Unidos, al que Venezuela vende un tercio de su producción de crudo, ya había prohibido a los estadounidenses negociar deuda del país sudamericano, en default parcial, y amenaza con un embargo petrolero.
“Venezuela está empezando a sufrir un boicot económico, por parte de Estados Unidos y sus aliados, y esto va a ser fatal para la permanencia del régimen”, dijo a la AFP el internacionalista Carlos Romero.
Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han sancionado a decenas de jerarcas venezolanos. En la lista de Washington figuran incluso Maduro y el número dos del chavismo, Diosdado Cabello.
– “Es un dictador” –
Tras la votación, Maduro convocó a un “diálogo”, pero la oposición hasta ahora ha descartado esa posibilidad, al señalar que no caerá en “estrategias dilatorias” para ocular lo que consideró una “farsa”.
La oposición, que está profundamente dividida, pide “verdaderas elecciones”.
El Parlamento de mayoría opositora, en la práctica anulado por el gobierno a través del poder judicial y la oficialista Asamblea Constituyente, sesionó este martes para condenar los comicios.
“El pueblo venezolano deslegitimó al régimen de Maduro. Que quede claro, es un dictador. No podemos seguir divididos”, aseguró la diputada opositora Mariela Magallanes.
Para los expertos, el desafío de la oposición es reunificarse en torno a “una estrategia” que quiebre al chavismo, en el poder desde hace casi dos décadas.