Escoltado por alguaciles federales, Martinelli abandonó Miami en un vuelo de Jet Logistics que partió del aeropuerto ejecutivo de Opa Locka y se espera que llegue al aeropuerto Panamá Pacífico hacia las 08H30 locales (13H30 GMT)
El expresidente panameño Ricardo Martinelli fue extraditado de Estados Unidos este lunes para que responda en su país a acusaciones de espionaje, luego de haber pasado un año en una prisión federal en Miami.
Escoltado por alguaciles federales, Martinelli abandonó Miami en un vuelo de Jet Logistics que partió del aeropuerto ejecutivo de Opa Locka y se espera que llegue al aeropuerto Panamá Pacífico hacia las 08H30 locales (13H30 GMT).
Vestido de beige y esposado de manos, el expresidente bajó del vehículo en el que fue trasladado desde la cárcel al aeropuerto y saludó alegremente a periodistas en el lugar.
“¡Estoy listo para ver el Mundial!”, dijo, haciendo un gesto con el pulgar arriba. Panamá calificó al torneo, que comenzará este jueves.
Los copartidarios de Martinelli se concentrarán frente a la Corte Suprema de Justicia de la capital panameña a las 10H00 locales en apoyo al expresidente de 66 años.
Martinelli era pedido por Panamá por malversar fondos para crear una red de espionaje que alcanzó a 150 personas durante su mandato (2009-2014), incluyendo periodistas y políticos.
La justicia panameña lo investiga también por una veintena de otros casos de corrupción. Pero bajo el tratado de extradición entre ambos países, que entró en vigor en 1905, el expresidente solamente puede ser procesado en su país por los delitos por los cuales fue pedido en extradición.
Al anunciar el viernes pasado su decisión de ceder al requerimiento de Panamá, el Departamento de Estado estadounidense especificó que la extradición se basaba en esta cláusula del tratado, por lo cual sólo podría ser procesado por espionaje.
El expresidente llega a su país en un año agitado políticamente frente a las elecciones generales de mayo del año próximo.
Su portavoz, Luis Eduardo Camacho, dijo que Martinelli espera presentar su candidatura como alcalde o diputado, ya que no han pasado los diez años requeridos para volver a postular a la presidencia.
Añadió que “tampoco ha descartado correr como vicepresidente” una vez que se defina en las primarias el candidato de su partido, Cambio Democrático (derecha).
– “Favores” a EEUU –
Tras trasladarse a Miami en 2015 para eludir los procesos judiciales que sumaba en su país, Martinelli fue detenido el 12 de junio del año pasado y ha estado preso en esta ciudad desde entonces.
Multimillonario empresario de supermercados, accedió al poder con el 60% de los votos y un discurso contra la corrupción.
Sin embargo, tras su paso por el gobierno, se acumularon las denuncias por escándalos de corrupción, delitos financieros y espionaje a opositores durante su administración.
El exfuncionario afirma que su pedido de extradición es una “vendetta” política de Juan Carlos Varela, su exvicepresidente y actual mandatario, que supuestamente lo habría traicionado.
Su equipo legal había intentado detener la extradición alertando que el expresidente corría el riesgo de ser torturado si era detenido en su país, pero el Departamento de Estado estadounidense desestimó este argumento.
Los abogados también apoyaron su caso diciendo que Varela había mostrado “falta de compromiso” con los intereses de Estados Unidos, por ejemplo cuando rompió relaciones con Taiwán y las reestableció con Venezuela.
Dijeron que en cambio Martinelli sí había hecho “favores” a Estados Unidos, por lo cual esperaban reciprocidad.
“Cuando la CIA me pidió que interceptara un barco norcoreano que estaba dejando Cuba y cruzaba el canal de Panamá, yo no pestañeé”, escribió el propio Martinelli en una carta pública.
No obstante, estos argumentos no bastaron.
“Algunos pensaron que por los grandes favores que hizo Martinelli a Estados Unidos, (Washington) tendría que actuar de manera recíproca y ayudarlo”, dijo a la AFP Mitchel Doens, exsecretario general del Partido Revolucionario Democrático (centro) y uno de sus querellantes.
“Pero (…) no creíamos que Estados Unidos iba a cargar con un estigma de haber dado protección a un delincuente de la talla de Ricardo (Martinelli)”, añadió Doens.