Habla dos idiomas, da clases de matemáticas, bromea e interactúa con los niños a través de una tableta electrónica en el pecho. Es “iPal”, el robot concebido como “compañero” de los más pequeños de la casa
“iPal” es uno de los robots educativos presentados esta semana en el Salón de la electrónica de consumo (CES, por sus siglas en inglés) de Shanghái, gran simposio de la innovación tecnológica de Asia.
Tiene la estatura de un niño de cinco años, se desplaza sobre ruedas, está dotado de brazos articulados y lleva en el pecho una amplia tableta. Sus ojos están equipados con una tecnología de reconocimiento facial.
“La idea es que este robot se convierta en un compañero para los niños”, explica Tingyu Huang, cofundador de AvatarMind Robot Technology, una empresa emergente nacida hace cuatro años y con sede en Nankin (este de China).
“Cuando el niño ve nuestro robot, lo considera un amigo, como otro niño de la familia”, dice, y asegura que cumple más funciones que los aparatos inteligentes comercializados por el estadounidense Amazon o los gigantes tecnológicos chinos Alibaba y Baidu.
Este robot blanco, con ribete rosa o azul, permite, por ejemplo, a los padres hablar a distancia con su hijo o vigilarlo gracias a sensores que oyen y ven todo lo que sucede a su alrededor.
Para las parejas jóvenes que trabajan cuidar de sus hijos es complicado. Algunos se quedan con los abuelos o van a la guardería. Los creadores de “iPal” estiman que puede ser como un “compañero” en casa.
“No creo sin embargo que los robots puedan sustituir a los padres y profesores”, matiza Huang. “Es un instrumento complementario para aliviar la carga”.
“Los chinos son muy receptivos a las nuevas tecnologías. Las compañías promueven asistentes vocales, los consumidores están familiarizados” con el concepto, comenta Hattie He, analista del gabinete Canalys.