Para reducir el impacto que el plástico tiene sobre el medio ambiente, se ha ido desarrollando su reciclaje en los últimos años. Pero todavía sigue siendo insuficiente, mientras que los industriales trabajan en mejorar los bioplásticos, esto es, materiales de base biológica o biodegradables
Según un informe reciente de la ONU, el 9% de las 9.000 millones de toneladas de plásticos producidos en el mundo en toda su historia han sido reciclados. Si bien se ha avanzado en los últimos años, existen grandes diferencias entre países.
En Europa, por ejemplo, el 31% de las casi 26 millones de toneladas de residuos plásticos recogidos en 2016 fueron reciclados, según la federación europea del sector, PlasticsEurope, frente a alrededor del 10% en Estados Unidos.
Las cifras también varían mucho dependiendo del tipo de plástico. El PET, del que están compuestas las botellas, dispone de sectores industriales de tratamiento muy desarrollados y la materia reciclada puede reutilizarse sin dificultad.
En cambio, los envases de yogur siguen siendo incinerados, así como los compuestos usados en automóviles, cuyo reciclaje resulta muy caro.
Otro de los problemas es la falta de salidas para la materia reciclada, pues su precio es más caro que el de la procedente de las energías fósiles, o por las dudas sobre las propiedades de estos materiales.
Además, gran parte de los plásticos ni siquiera son recolectados por culpa de fallas en la gestión por parte de los poderes públicos. Es el caso de más de la mitad de los volúmenes del conjunto de residuos de Asia, parte de los cuales termina en la naturaleza.