El influyente exmandatario de derecha Álvaro Uribe, jefe del partido del presidente electo de Colombia, renunció sorpresivamente al Senado este martes, tras ser vinculado a una investigación penal por presuntos soborno y fraude procesal
“Me siento moralmente impedido para actuar como senador y al mismo tiempo adelantar mi defensa. Por lo anterior renuncio al Senado de la República y pido se me acepte la renuncia”, dijo Uribe en un mensaje público a las directivas del Congreso.
La decisión de la Corte Suprema, encargada de juzgar a los congresistas, sacude a las filas del futuro oficialismo a 13 días de que asuma el poder Iván Duque, delfín político de Uribe (2002-2010).
El popular exmandatario de 66 años, fundador del partido Centro Democrático, juró como senador el viernes último tras obtener la votación más alta en las legislativas de marzo.
Sin embargo, la justicia lo tenía en la mira a raíz de un caso que se remonta a 2012.
Ese año presentó una denuncia contra el legislador de oposición Iván Cepeda ante la Corte Suprema por supuesto complot con testigos falsos para intentar involucrarlo en actividades criminales de los grupos de ultraderecha que combatieron por décadas a las guerrillas izquierdistas.
En un insospechado giro, la justicia no solo se abstuvo de procesar a Cepeda, sino que abrió en marzo una investigación previa contra el exmandatario bajo la misma sospecha: manipular testigos contra el opositor.
En un comunicado, el tribunal precisó que Uribe será llamado a indagatoria para que responda por “los delitos de soborno y fraude procesal” cometidos presuntamente después del 16 de febrero pasado.
“La Corte Suprema de Justicia recaudó pruebas que la condujeron a abrir investigación formal” contra Uribe y el también legislador del Centro Democrático Álvaro Prada, implicado en la misma causa, indicó.
La ley sanciona con hasta ocho años de prisión los delitos por los que será indagado el expresidente, el político más influyente de este siglo en Colombia y quien, a través de Duque, logró recuperar el poder para la derecha más crítica del proceso de paz con la disuelta guerrilla FARC.
“Expresamos nuestra solidaridad al expresidente Uribe y su familia en estos momentos y estamos seguros de que su honorabilidad e inocencia prevalecerán”, dijo a la prensa Iván Duque, en compañía de la vicepresidenta Marta Ramírez.
Además, el mandatario electo expresó su respeto por “la constitución y sus instituciones” y pidió que se garantice la presunción de inocencia de su mentor político.