Los querellantes de supuestas escuchas telefónicas o “pinchazos” ordenados por el expresidente panameño Ricardo Martinelli solicitaron este miércoles indemnizaciones millonarias lo que fue considerado por el exmandatario como una “locura”.
Durante la audiencia de acusación contra Martinelli en la Corte Suprema de Justicia de Panamá, los querellantes han solicitado dicho dinero por daños y perjuicios.
La excandidata presidencial en 2009, Balbina Herrera, pidió ser indemnizada por 30 millones, mientras que su copartidario y ex secretario general del Partido Revolucionario Democrático (PRD, socialdemócrata) Mitchell Doens solicitó 20 millones.
Herrera “ha sufrido daños morales, psicológicos y emocionales por los que se ha visto afectada en su vida privada, profesional, familiar y en su imagen”, argumentó su abogado, Eliodulfo Palacio.
Las intervenciones telefónicas, perpetradas por el Consejo Nacional de Seguridad, “no solo constituyen una violación de las normas penales sino que también son una vulneración flagrante a las garantías individuales”, señaló Doens.
A su vez, el periodista Rubén Polanco demandó por 5 millones y el abogado Rosendo Rivera por 955.000 dólares, en una audiencia en la que estuvo presente Martinelli, actualmente recluido en la prisión El Renacer, a orillas del Canal de Panamá.
Martinelli, de 66 años, enfrenta una acusación de 21 años de cárcel por presuntamente dirigir una red de espionaje contra unos 150 adversarios durante su gobierno (2009-2014).
“Qué locura este juicio político. Las locuras que he escuchado de los demandantes lo vamos a tener que pagar todos los panameños”, gritó Martinelli esposado a la salida de la audiencia.
“Primero que todo soy inocente, segundo, esto es una patraña política y, tercero, que si me condenan políticamente es el Estado panameño el que tiene que pagar porque yo era presidente de la República”, añadió el exgobernante a los medios presentes.
Sidney Sittón, uno de los abogados de Martinelli, también manifestó que en el caso de que su cliente sea culpable, “sería el Estado” el que “tendría que pagar”.
El exmandatario fue extraditado por Estados Unidos en junio y ahora ha sido postulado a las elecciones primarias de su partido para ser candidato a diputado en 2019. Sus abogados también han solicitado sin éxito que se le otorgara la prisión domiciliaria por problemas de salud.
Martinelli, un multimillonario empresario de supermercados, accedió al poder con un discurso contra la corrupción, pero tras su paso por el gobierno acumula una veintena de investigaciones en su contra.
Sin embargo, y pese a las acusaciones, el expresidente dice ser víctima de un montaje del gobierno de Juan Carlos Varela, antiguo aliado suyo y hoy rival político.