Más de 1.000 hogares fueron consumidos por las llamas de uno de los incendios más destructivos en California, que no está cerca de ser contenido y ya arrasó un área cuatro veces mayor a la ciudad de San Francisco
El incendio Carr ha devastado un total de 51.000 hectáreas desde que comenzó el 23 de julio, indicó un balance oficial difundido el jueves.
Una “falla mecánica de un vehículo” generó las chispas que desataron el fuego en condiciones de mucho calor y sequía, permitiendo que se expandiera sin control.
El área afectada equivale a cuatro veces San Francisco (121,4 km2).
Un total de 1.555 estructuras, incluidas 1.060 residencias, sucumbieron por el incendio, considerado el sexto más devastador en la historia de este estado del oeste de Estados Unidos, muy propenso a los incendios.
Más de 4.200 bomberos han sido movilizados para combatir el fuego, que hasta ahora solo pudo ser contenido en un 35%.
Otro gran incendios, bautizado Ferguson, que arde cerca del turístico parque Yosemite desde hace casi tres semanas, estaba controlado en apenas 39% tras arrasar 27.800 hectáreas de terreno.
“El sistema de alta presión sobre el fuego se debilitará a lo largo de la semana, lo que resulta en condiciones más cálidas y secas. Esto aumentará el comportamiento del fuego”, advirtió Inciweb, que proporciona actualizaciones sobre los incendios.
Ocho personas murieron en ambos incendios, seis de ellos solo en Carr.
Otros focos activos en el estado incluye el llamado Complejo Mendocino, conformado por dos incendios: el River, contenido en 50% tras quemar 14.200 hectáreas, y el Ranch, que acabó con 30.000 hectáreas de y está controlado en 33%.
Miles de personas fueron evacuadas, aunque algunos recibieron permiso para regresar a sus hogares en los últimos días.