Más de 450 personas resultaron heridas y una treintena detenidas durante una manifestación en contra del gobierno socialdemócrata de Rumania que degeneró el viernes por la noche en Bucarest, anunció el sábado la policía rumana.
Buena parte de los heridos recibió atención médica tras inhalar gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de seguridad, mientras que otros sufrieron contusiones.
Criticada por la oposición conservadora, la policía antidisturbios aseguró haber actuado “de manera gradual y proporcional”, en respuesta a las acciones violentas de varias decenas de “ultras”.
Unos 80.000 rumanos, entre los que había miles de expatriados que volvieron a su país expresamente para participar en esta manifestación, se concentraron en la plaza Victoria de la capital, Bucarest, para denunciar la “corrupción” del gobierno.
Decenas de ellos intentaron romper el cordón policial, lanzando piedras y botellas de agua a las fuerzas de seguridad, que reaccionaron con gases lacrimógenos antes de utilizar un cañón de agua para dispersar la concentración.
Otra manifestación estaba prevista en Bucarest para este sábado al atardecer local.
Tras su vuelta al gobierno a finales de 2016, el Partido socialdemócrata impulsó una reforma judicial que, según la oposición, pone en riesgo la independencia judicial y permitirá a los dirigentes políticos evadir a la justicia.
Esta medida provocó en febrero de 2017 una ola de manifestaciones sin precedentes en Rumania desde la caída del régimen de Ceaucescu en 1989.