Sin mencionar nombre, monseñor José Domingo Ulloa anunció la separación de un sacerdote mientras se realizan las investigaciones que tocan las puertas de la Arquidiócesis.
Cuatro meses antes que en Panamá se celebre la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la alta jerarquía de Iglesia Católica panameña mueve sus hilos tras bastidores con el fin de que la posible vinculación de uno de su curas con un homicidio no empañe la actividad en la que tiene previsto asistir, en enero venidero, Jorge Mario Bergoglio, el primer papa latinoamericano.
La Arquidiócesis de Panamá, que tiene como cabeza visible a monseñor José Domingo Ulloa, emitió un comunicado de cuatro párrafos en la tarde de este domingo en el que anuncia la inusual decisión de separar de sus “funciones como párroco” y de sus “deberes como presbítero” a un “hermano sacerdote”. El anunció lo hace dos meses después del crimen, cuyas investigaciones se han desarrollado con un inusual hermetismo.
Sin revelar el nombre del cura objeto de esta medida, la Iglesia Católica justifica la decisión adoptada “mientras se realizan las diligencias correspondientes en el que ha sido mencionado”.
Los hechos bajo investigación
El pasado 7 de julio, en las instalaciones del emblemático Hotel Panamá, situado en el corazón de la ciudad capital, se encontró el cuerpo bañado en sangre de Eduardo Alberto Calderón Ramos, de 36 años de edad, quien horas más tarde murió en el Hospital Santo Tomás.
Por este caso, se ordenó la detención de manera provisional a Adonis Santos Saavedra Ramos, de 42 años.
Días después, personal del Ministerio Público practicó una diligencia judicial en la Iglesia Divina Misericordia, ubicada en el sector de Paitilla, que tiene como párroco al carismático cura David Cosca.
Anoche, mientras jóvenes de esa parroquia, que participan en la organización de la JMJ, cambiaban en el templo las imágenes de la virgen, era evidente la ausencia del padre Cosca.
Medidas de previsión dice la Iglesia
Pese a que dijo que no ha sido informada que exista una acusación en contra del sacerdote y que respeta el debido proceso, la Iglesia Arquidiocesana asegura, en su comunicado, que resolvió tomar las medidas arriba mencionadas como “previsión para que la justicia realice las investigaciones pertinentes relacionadas con este caso”.
“En el caso que se amerite, siguiendo las directrices concretas que el papa Francisco ha establecido y los protocolos emanados de la Conferencia Episcopal Panameña, se actuará en apego a la Ley y a los valores que nos rigen”, dijo la Iglesia en un comunicado hecho público dos meses después de perpetrado el crimen.
Solicitud urgente
Tras conocer el pronunciamiento de la Iglesia Catolica, el Frente Nacional contra la Corrupción, que dirige Enrique Montenegro, dijo que la justicia en Panamá tiene una nueva prueba de fuego: realizar esta investigación de manera objetiva sin que fuerzas externas intervengan en este proceso con propósitos aviesos.
Si el Padre tiene culpa que hable y no calle si el lo hiso que hable y que la justicia se encargue de el porque la divina tambien y la iglesia no debe esconder nada bastante tiene con los escandalos sexuales