El archipiélago filipino, regularmente azotado por violentos tifones, fue el más afectado.
Decenas de personas estaban desaparecidas el lunes tras un deslave provocado por el tifón Mangkhut en Filipinas, donde ya murieron 65 personas, antes de devastar Hong Kong y provocar una alerta por inundaciones y cuatro muertos en el sur de China.
Los servicios de rescate dieron el lunes un balance de 65 muertos, después de haber retirado nuevos escombros en Itogon, una ciudad de la isla de Luzón, en el norte del archipiélago, donde hubo un gigantesco alud de tierra. Este balance podría aumentar con las horas.
El deslave arrasó con un refugio de emergencia utilizado por los mineros y sus familias. Los socorristas retiraron 11 cuerpos de entre los escombros y creen que hay 40 desaparecidos.
Las familias y los socorristas excavaban con palas e incluso con las manos, con la esperanza de encontrar supervivientes.
“Creemos que las personas que están ahí, casi en un 99%, están ya muertas”, declaró a la AFP el alcalde Victorio Palangdan.
Según el portavoz de la policía nacional, Benigno Durana, más de 155.000 personas se encuentran en centros de evacuación, dos días después del paso del tifón.
Mangkhut, considerado el tifón más fuerte del año, destrozó zonas agrícolas del norte de Luzón a sólo un mes de las cosechas, que representan una parte importante de la producción de arroz y maíz del país.
AFP /