China estaría “colonizando” países más pequeños prestándole dinero que nunca podrán pagar.
El país está acusado de apalancar préstamos masivos que mantiene sobre pequeños estados en todo el mundo para arrebatar activos e incrementar su presencia militar.
Los países en desarrollo, desde Pakistán hasta Djibouti, desde las Maldivas hasta Fiyi, todos le deben enormes cantidades a China.
Ya hay ejemplos de morosos presionados, para ceder el control de los activos o permitir bases militares en sus tierras.
Algunos lo llaman “diplomacia de la trampa de la deuda” o “colonialismo de la deuda”, que ofrece atractivos préstamos a países que no pueden pagar, y luego exige concesiones cuando fallan.
Sri Lanka brindó un excelente ejemplo el año pasado. Y Djibouti, sede de la principal base militar de Estados Unidos en África, también parece probable que ceda el control de una terminal portuaria a una empresa vinculada a Beijing.
Estados Unidos está ansioso por evitar que la Terminal de Contenedores de Doraleh caiga en manos de los chinos, particularmente porque se encuentra junto a la única base militar de China en el extranjero.
En marzo pasado, el exsecretario de Estado Rex Tillerson dijo que Beijing fomentaba la “dependencia mediante contratos opacos, prácticas de préstamos predatorios y acuerdos corruptos que enlodan a las naciones en deuda y socavan su soberanía”.
Muestra cómo los préstamos para proyectos de infraestructura a países como Mongolia, Montenegro y Laos han dado como resultado millones o incluso miles de millones en deudas, que a menudo representan grandes porcentajes del PIB de los países.
Muchos de estos proyectos están vinculados a la iniciativa “Belt and Road”, un proyecto audaz para crear rutas comerciales a través de grandes franjas de Eurasia, con China en el centro.
Más recientemente, el imperio de la deuda de China ha estado despertando su cabeza en el Pacífico, lo que provocó temores de que el país tenga la intención de apalancar la deuda para expandir su presencia militar en el Pacífico Sur.
La creación en Pekín de islas artificiales en el disputado Mar de la China Meridional para su uso como bases militares sugiere que la preocupación puede estar justificada. En abril, China hizo que estas intenciones fueran más obvias: acercarse a Vanuatu para establecer una base militar.
(Publicación tomada del diaro The Sun, una empresa de noticias del Reino Unido)