La NASA cambió de parecer y anunció que intenta retomar el contacto con su vehículo robótico Opportunity, en estado de hibernación desde que estalló una gigantesca tormenta de polvo en junio que cubrió todo Marte.
El 30 de agosto, la agencia espacial estadounidense dio 45 días extras de escuchas activas a través de mensajes frecuentes, antes de pasar a un modo de escuchas pasivas, lo que de hecho significó un abandono del aparato.
Pero los científicos de la NASA mantienen la esperanza de que la espesa capa de polvo que recubre los paneles solares del robot pueda ser barrida por los vientos que surgen habitualmente entre noviembre y enero sobre el planeta rojo.
“Tras el análisis de las escuchas, la NASA continuará con su estrategia actual para intentar retomar el contacto con Opportunity hasta un futuro próximo”, indicó el lunes por la noche el Jet Propulsion Laboratory (JPL), en California, que es la base de operaciones del vehículo, en un mensaje en su sitio en internet.
“Los vientos podrían intensificarse en los próximos meses adonde se encuentra Opportunity sobre Marte, lo que podría barrer el polvo de los paneles solares. La agencia reevaluará la situación en enero de 2019”, agrega el JPL.
Hasta el 10 de junio, Opportunity era uno de los vehículos activos sobre el planeta rojo junto al Curiosity, llegado en 2012. Sus baterías son alimentadas por los rayos solares, mientras que Curiosity cuenta con un pequeño generador nuclear, lo que le ha permitido continuar operando sin dificultades.
Cuando la tormenta de polvo se inició, se hizo la noche durante varios meses, y es probable que Opportunity haya consumido todas sus baterías.
La NASA conoce exactamente su localización, ya que uno de los tres satélites que orbita el planeta lo ubicó en una fotografía tomada el 20 de septiembre.
“Oppy”, como es apodado, aterrizó en Marte en 2004 y superó ampliamente su duración, programada para 90 días.