A un humilde colonense que llevaba una carretilla, no le tembló la voz para quejarse ante el Presidente de la República, por las malas condiciones en que se encuentra esta región.
Rodeado de un nutrido equipo de seguridad, el jefe del Ejecutivo no escapó de las críticas en Colón. Durante su recorrido, al culminar la sanción de la ley de Colón Puerto Libre, y las dos obras inauguradas (Gobernación y Mercado del Marisco), un hombre de estatura mediana, tez oscura y que arrastraba una carretilla, visiblemente molesto soltó su queja de que está desempleado.
“Colón nada más está maquillado, la fachada solo está pintada; Colón está igual y peor”, dijo.
Asimismo, le pidió al mandatario que mirara las casas condenadas, y los callejones que están llenos de excretas.
El humilde hombre, le pidió al jefe del Ejecutivo más oportunidades al pueblo, y pronunció algunas frases religiosas: “Solo Dios pone y quita reyes; Colón es para Cristo…”.
Mientras el hombre curtido por el sol, soltaba su molestia, el presidente Varela junto a sus escoltas caminaban rápidamente hacia el punto donde iniciarían los desfiles.
las dos últimas líneas me encantaron pues en efecto habemos muchos descontentos, pero pocos los valientes y en efecto todas sus respuestas (del exce-lentísimo) son de carácter evasivo y en momentos hasta parece que se burla cuando responde a cuestionamientos SERIOS, cuando – caminaba rápidamente hacia el punto del desfile…- mi cerebro procesaba, cuando huía rápidamente .
Ese presidente solo quiere parecer, el tiene un ego que está mas allá de sus acciones. Prepotente e incapaz en su posición.